Todos los años la misma canción. Y nunca mejor dicho. Siempre por estas fechas son numerosas las voces que piden la retirada de España del Festival de Eurovisión.

Los países que ganan lo hacen porque les votan la mayoría de participantes

El motivo siempre es el mismo: los países se votan entre sí por afinidades culturales y políticas. De nada sirve que se explique que los países que ganan lo hacen porque les votan la mayoría de participantes.

Así sucedió en 2012 cuando a Suecia fue votada por todos los países excepto Italia e incluyendo 18 puntuaciones máximas; en 2013 con Dinamarca obteniendo votos de 38 de 39 países;  Austria consiguiendo 13 máximas puntuaciones en 2014.

Los enemigos de Eurovisión tampoco se paran a pensar cuáles son los objetivos que se persiguen y los beneficios que se obtienen, a pesar que desde TVE se haya explicado una y otra vez.

El negocio más rentable

En términos de audiencia, el certamen es el negocio más rentable de TVE. Y es que con los algo más de 387.000 euros que cuesta la cuota de participación, la cadena alcanza increíbles datos. 

Cada punto de audiencia cuesta unos ridículos 11.000 euros

El pasado año, Ruth Lorenzo reunió a un 35,2% de la audiencia y 5.141.000 espectadores. Es decir, cada punto de audiencia costó a las arcas de la pública 11.000 euros.

Una cantidad ridícula si se compara con el coste de cada punto de audiencia un partido de la Selección Española, el cual alcanza los 65.000 euros. Sólo un partido de La Roja cuesta a nuestras arcas 1,95 millones de euros.

En esos 387.000 euros también se incluyen las emisiones de las dos semifinales del Festival en La 2, con el ahorro en coste de parrilla que eso supone. 

Promoción de la cultura y cohesión

Eurovisión es, además, una gran oportunidad para promocionar el país, su cultura y su música. "Cuando mi jefe y yo llegamos a la RAI, nos dimos cuenta de que el hecho de que Italia faltara al certamen no estaba bien y de que el servicio público tenía que hacer algo por la promoción del país y su cultura.  El servicio público tiene el deber de dar ayuda a la cultura, sobre todo en estos momentos coyunturales tan difíciles", recordaba el jefe de la delegación italiana, Nicola Caligiore.

El servicio público tiene que hacer algo para la promoción del país

Y añadía. "Pero, además, este es un proyecto en el que también entran las relaciones internacionales. Eurovision es una ocasión muy importante para promover Italia, para promover Italia en Europa". 

"Eurovision es el único programa, ademas de los eventos deportivos, que une Europa en frente de la televisión y crea un sentido de cohesión europea a través de la música. A veces se olvida ese mensaje, no es sólo un concurso musical. Es un momento en el que Europa se para y junta celebra su existencia".