Hace cuatro años, en medio de una crisis del sector audiovisual que obligó a desprogramar muchas franjas de la televisión, nació La Competencia. Cuatro hombres forjados en la televisión decidieron crear su propia productora: Íñigo Pérez Tabernero, Joaquín Zamora, Javier Pérez de Silva y César Rodríguez Blanco. Ahora se han convertido en la productora estrella de Mediaset España con siete formatos en un año. Tienen presencia en todos los grupos de comunicación y se han convertido en una de las productoras con mayor proyección internacional.

Como seguro de vida, La Competencia firmó un contrato con FremantleMedia para la creación de formatos en España. Sin embargo, su ambición internacional les llevó a buscar un nuevo socio en enero de 2013. Y ahí llegó Televisa. La compañía mexicana se interesó en La Competencia para hacer mercado en España y a la vez distribuir sus productos alrededor del mundo vendiendo nuevos formatos. Y entonces el huevo eclosionó.

Desde ese momento, La Competencia pisó con fuerza en la televisión de nuestro país. Después de probar suerte con Con el culo al aire y Granjero busca esposa, la productora se lanzó en solitario con Ciento y la madre, su primer formato 100% de La Competencia. Aunque las audiencias no acompañaron en el programa presentado por Patricia Conde en Cuatro, el nombre de la productora empezó a sonar. Desde entonces han llegado Cabo Vadillo, Gym Tony, El método Osmin y Pequeños gigantes. En la actualidad se emite Gipsy Kings en Cuatro y Levántate en Telecinco, a la espera de que se estrene Alaska y Segura en La 1, donde se han metido en la coproducción.

“El periodo firmante fue muy complicado porque Fremantle se implicaba mucho en la toma de decisiones y no te dejaba trabajar fuera de España. Tal y como estaba el panorama aquí era muy complicado sobrevivir sólo con la producción española”, nos cuenta Javier Pérez de Silva, uno de sus socios fundadores. “Eso fue lo que nos hizo cambiar de Fremantle a Televisa como sociedad internacional. Televisa nos quería para trabajar fuera. Para hacer esto. Levántate nace porque Televisa necesita un prime time para la noche del domingo en el hueco donde está La Voz”.

Pregunta: ¿Tenéis varios equipos con los que trabajar?

Respuesta:  Tenemos un equipo de factual, uno de ficción y un equipo de plató. Podemos empezar a construir otro equipo para los platós, de hecho es uno de nuestros próximos proyectos. Sólo hay que mirar nuestros programas. Los subdirectores han sido directores de otros programas. Begoña Marín era directora de programas en Plural. Estamos construyendo de esa manera.

P: Las productoras en España no suelen trabajar tantos formatos…

R: Tener de todo era importante para nosotros. Yo vengo de una parte muy periodística, que es el factual, y de entretenimiento. Pero de todos los sitios por los que he pasado siempre he echado de menos la ficción. La utilizas como muleta en el momento en el que no tienes entretenimiento o factual. Eso lo teníamos clarísimo cuando empezamos a trabajar. Ahora que tenemos menos ficción, estamos teniendo entretenimiento y así la ficción puede trabajar tranquila en el desarrollo sin tener una urgencia o necesidad de vender. 

P: ¿Qué os diferencia del resto?

R: Nuestra productora es independiente. Somos cuatro personas que hemos hecho televisión durante los últimos 25 años, que nos encanta esto. Lo que más nos gusta es hacer televisión y lo segundo que más nos gusta es hablar sobre televisión. No hay socio capitalista detrás.

P: ¿Cómo fue el momento de sentarse con unos amigos y decidir montar una productora?

R: Yo había puesto en marcha El Mundo TV con Melchor Miralles. Volvimos a reformar P52 en una segunda etapa. Monté Pulso para Secuoya y fue estupendo. Después de la etapa de Pulso decidió moverme. Coincidimos dos amigos, Joaquín Zamora y yo, que queríamos movernos. Joaquín arrastró a Íñigo, que estaba con él en Fremantle, y César vino en una búsqueda nuestra para ficción. Asociarse fue muy fácil. Fremantle necesitaba gente que conociera el negocio de aquí localmente. Llevábamos 20 años trabajando y conocíamos a la gente, a los equipos y las estructuras. Sabíamos qué vender y la unión fue muy natural y fácil.

En época de crisis siempre hay oportunidades si sabes moverte y buscar

P: Es una locura montar una empresa en época de crisis. Y más si estaba ligada al mundo de la televisión…

R: En época de crisis siempre hay oportunidades si sabes moverte y buscar. Nosotros siempre hemos tenido una cosa muy buena, y es la venta. Cómo venderlo y a quién. Eso lo hemos cuidado muchísimo. Antes de salir ya habíamos vendido Granjero busca esposa. Eso nos dio seguridad como empresa.

P: ¿Cuál es el secreto para sobrevivir?

R: Hemos sabido muy bien identificar las oportunidades de negocio.

Los bancos ya no dan créditos aunque lleves un contrato de cadena

P: ¿Fueron difíciles los comienzos?

R: Los comienzos fueron duros. Los bancos ya no dan créditos aunque lleves un contrato de cadena. Tienes que poner tu casa como aval. Nos hemos jugado nuestro dinero. Eso también nos llevó a cambiar Fremantle por Televisa.

P: ¿Se está acabando la crisis en la televisión?

R: Una señal de que la crisis se está acabando es este programa. Era impensable que Antena 3, Telecinco o cualquier cadena generalista confiara en él y lo colocara en prime time. Desde 2007 era impensable. Que haga esto una cadena como Telecinco significa que hay un poco más de oportunidad de riesgo. Eso es que hay más dinero y no pasa nada si las apuestas no salen bien.

Desde el punto de vista del sector hay movimiento. Hay franjas que empiezan a abrirse. Piden programas para el late night que estaba desaparecido. El fin de semana estaba muerto y las cadenas piden nuevos formatos. Hay movimento. Eso es una señal maravillosa. Si hay movimiento hay trabajo. Vemos esperanza.

P: ¿Cómo veis vuestro futuro?

R: Estamos muy esperanzados. Al final este programa está ocupando el hueco de La Voz, de Gran hermano, de Factor X. Es un reconocimiento al trabajo del equipo de I+D fantástico. Desde el punto de vista nacional estamos muy ilusionados con volver a tener una ficción potente como Con el culo al aire. Tenemos alguna en desarrollo.