Reconozco que esta vez, y sin que sirva de precedente, me ha costado decidir qué actrices citar como las mejor vestidas de la gala de los Goya 2015 y a quiénes dejar fuera porque el nivel ha mejorado sensiblemente y lo hace año a año, se nota que el estilismo es cada vez más cuidado y reflexionado por ellas (y, sobre todo, por sus estilistas). Si tuviera que elegir a una, solo a una, me tengo que quedar con Blanca Suárez y su vestidazo de Zuhair Murad color vino que quitaba el hipo. Aunque hubiera otras tres correctísimas princesas como la hija pródiga Penélope Cruz y Nerea Barros, las dos de Óscar de la Renta, y Goya Toledo, de Elie Saab.

También destacaron especialmente a su paso por la alfombra rosa -sí, pink carpet- Barbara Lennie de blanco y detalles dorados (sobre todo en la preciosa espalda joya) de Cavalli, otra que apostó por el blanco y triunfó fue Cayetana Guillén Cuervo, vestida por The Name con un toque punk-chic a base de tachuelas de oro de 18 kilates y cristales de Swarovsky. Una de las que más me llamó la atención fue María León que nos hizo viajar en el tiempo hacia la moda de los noventa con su diseño del sevillano Fernando Claro, no podía faltar tampoco en esta lista Nieves Álvarez, solo con su presencia hay glamour, pero además si va vestida con tanta clase por Stephane Rolland, ni la dulzura contenida del Blumarine que ha lucido Macarena García.

Las que hay que comentar

Macarena Gómez, una de mis preferidas de los Goyas 2014, decidió utilizar su ceñidísimo vestido rojo de encaje de Lorenzo Caprile para enseñar su avanzado estado de gestación. Las que apoyaron también a la moda española y salieron triunfantes fueron Elena Anaya –que vistió un escotado diseño de Sybilla, que vuelve a la costura- y Úrsula Corberó y Marta Hazas que se pusieron vestidos que acababan de bajarse de la pasarela de la Semana de la Moda de Madrid, la primera de Teresa Helbig, la segunda de Jorge Vázquez . Juana Acosta, de Carolina Herrera, fue un soplo de aire fresco así como Aura Garrido con su potente diseño bicolor y asimétrico de Jean Paul Gaultier. No podía faltar una burbujita de Freixenet, creo que en todos los premios o eventos hay una, en este caso fue Manuela Vellés con un sexy vestido de Elisabetta Franchi.

El duelo de la noche enfrentó a Megan Montaner y Mariam Bachir. Las transparencias y el encaje negro las hicieron protagonistas de la alfombra e hicieron recordar el campanazo de Cristina Pedroche en laSexta. La actriz de la serie Víctor Ros se decantó por un diseño de Pucci, más discreto y con escote a la espalda –tendencia estrella de la noche-, por su parte, la actriz de El Niño apostó por un Charo Ruíz (la misma diseñadora que firmó el Pedrochazo) mucho más arriesgado y excesivamente transparente. Ah y un hurra por la contención de Rossy de Palma con su vestido de Juanjo Oliva.