Los míticos zapatos de Dorothy. Fotograma de El Mago de Oz.
El mago de Oz recoge donativos para restaurar los zapatos rojos de Dorothy
El Museo Nacional de Historia inicia un crowdfunding de 300.000 dólares para recuperar el brillo del mítico calzado de Judy Garland.
La acción de este relato no se sitúa ni en la apacible Kansas ni en la fantástica Ciudad Esmeralda, sino en la capital de los EEUU. Aquí, desde 1979, el Museo Nacional de Historia Americana exhibe uno de los -al menos- cinco pares de escarpines que se confeccionaron para llevar al cine la obra literaria que en 1900 firmara Lyman Frank Baum, en la que por cierto el calzado de la inocente Dorothy Gale no era rojo, sino plateado, aunque Hollywood prefirió cambiar la tonalidad para sacar más partido al recién descubierto arte del technicolor.
El calzado de la inocente Dorothy Gale no era rojo, sino plateado, aunque Hollywood prefirió cambiar la tonalidad para sacar más partido al recién descubierto arte del technicolor
Cultura popular en los zapatos
Fotograma de El Mago de Oz.
Aunque no es la primera intervención a la que son sometidos, sí es la primera de este tipo. “Hace unos años realizamos una limpieza de los zapatos, de forma muy delicada, lentejuela por lentejuela, pero esto es diferente. Ahora vamos a investigar cuáles son las condiciones óptimas de conservación, aunque ya tenemos claro que para su mantenimiento será necesario una exposición calibrada a la luz, a la humedad y al oxígeno, así como el control de la temperatura, que son los elementos que más daño causan. Por eso, nuestros restauradores trabajarán con varios científicos para buscar los mejores materiales y el tratamiento idóneo”, avanza Machado.
Para su mantenimiento será necesario una exposición calibrada a la luz, a la humedad y al oxígeno, así como el control de la temperatura, que son los elementos que más daño causan
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Uno de aquellos pares se adquirió en venta pública en 2012 por un grupo de personalidades de Hollywood encabezadas por Leonardo Di Caprio y Steven Spielberg
Donación anónima
El donante los compró en 1970 en una puja por 15.000 dólares. En 2011 se pagaron 612.000 dólares por otro de los pares usados en la película
Exposición con R2-D2
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Los responsables de la institución adelantan que su aspecto no cambiará drásticamente tras su paso por el ‘quirófano’, ya que se van a mantener las marcas del uso. “Fueron creados a mano y muestran evidencias de desgaste durante el rodaje. A través de su estudio podremos conocer mejor su historia”. A partir de 2018 se trasladarán a una nueva exposición multimedia que pondrá de relieve el ingenio y la diversidad de EEUU en campos como la música, los deportes y el entretenimiento, mostrando tesoros icónicos como bata de Muhammad Ali, los 'muppets' de Jim Henson, el saxo de John Coltrane o el robot R2-D2 de La guerra de las galaxias.
Fotograma de El Mago de Oz.
Muchos se preguntarán por qué Smithsonian, una institución que recibe fondos del gobierno norteamericano, pide ayuda económica de esta forma. La justificación que ofrece es que los presupuestos públicos van a funciones básicas, al personal y a la salvaguarda de las colecciones, pero como en la mayoría de las entidades culturales en EEUU, el mecenazgo y las donaciones privadas desempeñan un papel crucial, sobre todo cuando se trata de un elemento tan popular como en este caso. “Esto es patrimonio de todos los americanos”, recuerda Machado, que asegura que cualquiera, incluso desde España, puede hacer un donativo.
Entre los premios, el museo ha encargado la elaboración de toda una serie de recuerdos al diseñador de vestuario William Ivey, seis veces galardonado por los Tony
Para animar a participar en la cuestación, Smithsonian ha bautizado su campaña con la etiqueta #KeepThemRuby! y ha ofrecido recompensas a quienes donen alguna cantidad en Kickstarter. Entre los premios, el museo ha encargado la elaboración de toda una serie de recuerdos al diseñador de vestuario William Ivey, seis veces galardonado por los Tony. Hay carteles, bolsos, camisetas, así como cuatro réplicas personalizadas y confeccionadas a mano de los zapatos. Además, se repartirán invitaciones para asistir al proceso de restauración, e incluso se podrá deducir la donación en el pago de impuestos, eso sí, siempre que resida en EEUU.
El robo del millón
Desde el Museo de Judy Garland de Grand Rapids (Minnesota) esperan sacar provecho también a esta campaña, pero en otro sentido. Allí guardaban otro de los pares de zapatillas que se utilizaron en la película. Sin embargo, fueron robadas en agosto de 2005. “El ladrón o ladrones irrumpió en el edificio rompiendo un cristal de la puerta exterior. Todo ocurrió en menos de un minuto”, narra a EL ESPAÑOL el director de este centro, John Kelsch.
Fotograma de El Mago de Oz.
Tras el hurto, un ciudadano anónimo ofreció un millón de dólares a quien encontrara los zapatos de rubíes. Se buceó incluso en un lago cercano, donde se pensaba que los autores de la sustracción podrían haberlos arrojado