Nacho Guerreros en su papel de Coque en la serie 'La que se avecina'.

Nacho Guerreros en su papel de Coque en la serie 'La que se avecina'. E.E.

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La vida de Nacho Guerreros (55) tras ganar la Lotería de Navidad: "Con 1 millón de euros pude ser actor en 'La que se avecina'"

El conocido actor de La Rioja explicó cómo cambió su rumbo profesional en el año 2002.

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El 22 de diciembre de 2002 no fue un día cualquiera. Para un joven riojano que intentaba sobrevivir en Madrid, compaginando el sueño de ser actor con largas noches de camarero, la suerte tocó a su puerta.

Ese día, Nacho Guerreros, a quien el gran público conoce hoy como el inolvidable Coque de La que se avecina, se hizo millonario.

Ese año, el Gordo de la Lotería de Navidad cayó en el número 08103. "Lo recuerdo como una verdadera locura. Yo estaba en la cama aún durmiendo. La noche anterior había trabajado", ha rememorado el actor sobre el momento en que se enteró de la noticia.

La suerte no solo sonrió a un décimo, sino a varios: su familia en Calahorra (La Rioja) poseía una parte significativa del premio. Es decir, aproximadamente, un millón de euros.

La Lotería repartió un total de 69 millones de euros ese año, marcando la primera vez que se entregaba en euros y no en pesetas.

El dinero era sustancioso. Tanto que el actor recuerda el ambiente festivo que se vivió en su pueblo y en su casa.

Guerreros tenía previsto volver a La Rioja al día siguiente, pero aquel 22 de diciembre "se le hizo eterno". Cuando por fin aterrizó, la celebración era imparable.

"El día 23 aterricé en casa y fue una fiesta. Ni cena de Nochebuena ni nada. Todos lo estaban celebrando desde 48 horas antes. Yo me enganché enseguida a la gran fiesta", recordó el intérprete.

El premio no fue solo una inyección económica; fue un salvoconducto para dejar atrás la precariedad y abrazar la vocación.

Nacho Guerreros llevaba años luchando por abrirse camino en el difícil mundo de la interpretación, una batalla que, sin la red de seguridad del premio, habría sido mucho más ardua.

El dinero le permitió tomar riesgos que antes le estaban vedados. Dejó su trabajo de camarero y comenzó a financiar sus propios proyectos artísticos.

La suerte de Guerreros

Con parte del premio, Nacho abrió su propia tienda de diseño en Madrid. Lo más importante, sin embargo, fue la inversión en su sueño. Compró los derechos para producir la obra de teatro Bent.

Esta obra se convirtió en el trampolín que necesitaba. Le permitió demostrar sus cualidades interpretativas y, lo que es más crucial, le abrió las puertas de la televisión.

Poco después, conseguiría su primer papel en la pequeña pantalla: el de Jose María en Aquí no hay quien viva.

Guerreros es tajante al reconocer el papel decisivo que tuvo la fortuna. "Si mi padre no me hubiera prestado el dinero, yo no habría podido hacer la función. Para mí fue fundamental esa lotería", ha asegurado.

El actor, que hoy disfruta del reconocimiento y la estabilidad que le da el personaje de Coque en La que se avecina, admite que ese premio le dio el "empuje" que necesitaba para transformar su vida.

"Tener un trabajo 'fijo' no es común en un sector tan difícil como el nuestro", ha reflexionado, destacando cómo el colchón económico le permitió perseguir una carrera donde la estabilidad es la excepción, no la regla.

El actor de Calahorra se convirtió en la prueba viviente de que, a veces, un golpe de suerte es el catalizador necesario para que el talento y la perseverancia, por fin, encuentren su camino. Un verdadero Gordo de Navidad que reescribió su destino.