Tamara Falcó, en 'El Hormiguero'.

Tamara Falcó, en 'El Hormiguero'.

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Tamara Falcó, sobre el nuevo Papa León XIV: “Como conversa, a mí me encanta que sea agustino”

‘El Hormiguero’ dedicó parte de su tertulia de esta noche a informar sobre la elección del nuevo sumo pontífice de la Iglesia católica.

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La fumata blanca que ha habido esta tarde ha alterado toda la programación de la jornada. Los magacines conectaron en directo con Roma para informar sobre la elección del nuevo Papa, que resultó ser el estadounidense Robert Francis Prevost, que ha adoptado el nombre de León XIV. Una cuestión que esta noche se ha comentado en El Hormiguero, y sobre la que Tamara Falcó se ha pronunciado. Y es que a ella “como conversa”, le hace mucha ilusión que el papa sea agustino.

“A mí me encanta que sea agustino”, aseguraba en el programa de Pablo Motos, mientras charlaba también con Juan del Val, Nuria Roca, María Dabán y Cristina Pardo, esta última, desde Italia. La explicación de Tamara es que “San Agustín era converso. Estuvo en una secta y todo. Santa Mónica era su madre y no paraba de rezar por él, y él se convirtió, ahí lo dejo”, afirmaba. Y es que no mucho antes le deslizó a Cristina Pardo que ella no es creyente “por ahora”, y parece estar convencida de que cualquiera se puede convertir al catolicismo.

“Lo que es increíble es que él escribió las confesiones de San Agustín donde contaba su vida y cómo Dios había cambiado su vida a mejor y es muy bonito. Y yo, como conversa, y en este respecto todos los cristianos vemos cómo al final Dios ama a todos”, seguía relatando. La última frase pareció decirla con retintín, mirando a Trancas y Barrancas. “¡A las hormigas especialmente!”, apostillaba.

El día para Tamara ha estado complicado, y es que sus compañeros le han buscado las cosquillas por su forma de entender la religión. De hecho, llegaron a comparar el ser candidato con ser Papa a una entrega de los premios como los Goya, donde tienes que poner buena cara cuando sale elegida otra persona. “¡No es lo mismo para nada!”, exclamaba.

“Al final es el legado de San Pedro. Si hay una batalla material, imagínate la batalla espiritual que tiene que batallar el papa. Es una grandísima cruz”, expondría también al respecto. Pablo Motos le preguntó que cómo vivió la fumata blanca, pero la marquesa no tuvo ocasión de explicarse.

En la mesa, María Dabán destacó que, a sus 69 años, León XIV es “relativamente joven, entre comillas”. Algo que sirvió a Juan del Val para justificar que es la única circunstancia a la que se le puede llamar joven a alguien con tal edad.