Una noche más, First Dates volvió a unir a solteros que buscaban darse una oportunidad en el amor. En la noche de este pasado Jueves Santo, 28 de marzo, el programa ofreció una cita de lo más particular. Acudió al programa Paco, un terapeuta de 59 años proveniente de Segovia, seguro de sí mismo y con carácter. El hombre, quien logró superar la drogadicción y sirve de apoyo para otras personas que estén pasando por lo mismo, buscaba una mujer con la que compartir su vida.

El dating show presentado por Carlos Sobera decidió proponerle una cita con Marijose, una auxiliar de enfermería de 52 años y procedente de Toledo. La mujer se veía a sí misma como a “una tía muy activa y nerviosa” y buscaba un hombre que pueda seguirle el ritmo. A pesar de que ambos se gustaron inicialmente y parecía que tenían intereses en común, como el ayudar a las personas, fueron los extraños comportamientos de la toledana lo hicieron que la cita se enfriase.

Más allá de las diferencias sobre temas cosméticos, como el hecho de que a Paco le gustaba el peregrinaje y Marijose era más de buscar hoteles para relajarse, los dos tenían estilos de humor distintos. De hecho, la toledana llegó a decir al programa que sentía “un poquito de miedo” sobre las bromas que soltaba el segoviano. Ahora bien, lo que provocó que la cita se terminase de caer del todo fue la extraña costumbre de Marijose de traer el cadáver disecado de su mascota, una rata llamada Gertrudis.

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Según la auxiliar de enfermería, es una amante de los animales. Por su valor sentimental, siempre lleva con ella a su “mascota”, dado que tiene “su significado”. Parece ser, que tanto a ella como a sus amigas les encanta la canción Rata de dos patas, el mítico tema de Paquita la del Barrio.

“Nosotras tenemos a Gertrudis y nos la llevamos a todos lados. Esta es una de mis locuras, para que veas que la locura no tiene cura. Entre mis amigas hacemos cosas así”, comentaba la toledana ante un atónito Paco, que quedó completamente perplejo por esa extrañeza.

'First Dates'.

Con ese movimiento, Marijose buscaba poner a prueba a su cita, dado que parece ser que su grupo de amigas es muy imprevisible. Paco intentó tomarse con humor la situación, aunque quiso saber si todas tenían una rata disecada también. La auxiliar de enfermería dijo que sólo ella. “Porque soy la más tarada”, le respondió. El terapeuta, con tacto, le pidió que quitase al animal de la mesa. “No quiero decirte nada para no incomodarte, pero si la guardas, mejor”, dijo.

A pesar de lo surrealista de la situación, la toledana respondió que le gustaría tener una segunda cita. No obstante, fue el segoviano quien rechazó tener otra cena con ella. “Lo he pasado fenomenal, pero yo no tendría una segunda cita. No soy tan excéntrico y creo que no podría aguantar lo que tú necesitas”, dijo a la hora de justificar su decisión.