Si hay algo por lo que se caracteriza María Patiño es por su vehemencia y por defender lo que la periodista cree que es la verdad y lo justo. Así viene demostrándolo desde su debut en Abierto al anochecer, su paso por Sabor a ti, su consagración en DEC y su máxima popularidad alcanzada gracias al universo Sálvame.

Sin embargo, el papel de la gallega es bien distinto del que tienen otros protagonistas de Sálvame como pueden ser Lydia Lozano, Kiko Hernández o Víctor Sandoval, entre otros. Y es que, en infinidad de entrevistas, pódcast y declaraciones a medios, una buena parte del plantel de los colaboradores de Sálvame han mostrado su malestar y su sorpresa ante la cancelación del ya mítico programa de corazón tras 14 años en antena. Algunos incluso llegando a arremeter contra la nueva directiva de la cadena.

También lo han hecho las que fueran sus presentadoras -ya que Jorge Javier Vázquez continúa en su retiro mediático voluntario-. En su blog de una revista del corazón, Terelu Campos ha llegado a afirmar: “No nos sentimos bien tratados”. Mientras, Adela González, algo más cauta, ha mostrado su afinidad con la productora, La Fábrica de la tele, cada vez más arrinconada en la programación de Mediaset: “Quiero mandar un beso enorme a toda la gente de La fábrica de la tele. A Óscar y a Adrián porque Sálvame a mí me salvó”.

[María Patiño advierte en el 'Deluxe' de la "fuga de cerebros" de Telecinco a otras cadenas rivales]

Pero, ¿y María Patiño? La situación de la periodista es diferente a la de todos ellos ya que es la única junto a Jorge Javier con contrato de cadena. Una situación contractual que no le ha frenado al ser crítica con las decisiones tomadas con Sálvame por los que son sus nuevos jefes. Una actitud valiente, sí, pero peligrosa también.

Entre el amor por 'Sálvame' y su contrato de cadena

Desde que se conociera el final de Sálvame, durante el último mes de emisión, María Patiño se ha mostrado al lado de sus compañeros y de la productora. No ha sido la más crítica, pero sus gestos y algunas de sus manifestaciones no han pasado desapercibidas, pese a que éstos significaban ser crítica con la nueva directa de Mediaset.

Hace pocos días, Kiko Hernández, María Patiño y Lydia Lozano visitaron el programa de Viva Lavi, un conocido programa de entretenimiento de Canal 6 de México. Y, de nuevo, desde el periplo latinoamericano que están realizando parte de los colaboradores de Sálvame grabando una serie de programas para Netflix, volvieron a lanzar dardos contra Telecinco.

El más directo fue Hernández que, ante la pregunta de la presentadora del programa por el fin de Sálvame  exclamó: “Tenemos una pena muy muy grande porque, desde que nos hemos ido, la cadena se ha ido al traste”, haciendo referencia a la pérdida de cinco puntos en la franja vespertina con el reemplazo por Así es la vida y la caída de Telecinco al tercer puesto de audiencias por detrás de La 1.

María Patiño, Kiko Hernández y Lydia Lozano en 'Viva Lavi'.

Más sorprendente fue Patiño, que llegó a exclamar que no estaba acostumbrada al buen rollo que se había encontrado en Canal 6. Además, el presentador bromeando le dijo si se plantearía quedarse en el país azteca, algo que Patiño no descartó. En otro momento de la conversación y con más dardos hacia Telecinco, la periodista titubeó: “Yo aún trabajo ahí”. Lo que demuestra el difícil papel que tiene actualmente en la cadena.

Por un lado, apoya a sus compañeros de Sálvame, no ha dudado en mostrar gestos de desacuerdo en directo contra la decisión de la cadena, ni en apoyar a La fábrica de la tele. Pero, por otro, aún tiene contrato con la cadena con la que se muestra crítica. Además, presenta el último programa que, por ahora, le queda a la productora en Telecinco: Socialité.

Cabe destacar que, pese a superar la media de la cadena y la audiencia de Telecinco en fin de semana, los actuales datos del programa de corazón del fin de semana son ahora de los más bajos desde su estreno hace seis años con cuotas que oscilan entre el 10% y el 11% de share.

Una actitud tan valiente como peligrosa la de María Patiño que debe saber moverse entre dos aguas sin que la corriente Sálvame la arrastre. Sobre todo en un momento donde los cambios en Telecinco son tan impredecibles como sorprendentes.