Carlota Corredera está ilusionada con el futuro. Seis meses después de abandonar Sálvame y Mediaset, la gallega anuncia un nuevo proyecto alejado tanto de la televisión como de la antigua cadena en la que trabajaba. Una nueva etapa en la que siente que es "más libre de comunicar" y en la que deja cierto mensaje sutil a su antiguo trabajo. "Me preocupa el futuro. Quiero ser libre, quiero volar, quiero comunicar", ha comentado.

Ha sido en su cuenta de Instagram donde Corredera ha revelado que prepara un pódcast, Superlativas, que será un espacio "de encuentro". "Será para hablar de nosotras y de lo que nos preocupa, sin complejos ni filtros". "Dicen de mí que soy intensa, mandona y peleona. Que tengo mucho carácter, que parezco muy segura de mí misma, que impongo. También hay quien dice que soy comprometida, luchadora y trabajadora. Una mujer fuerte, valiente, una leona cuando se trata de proteger a los míos", dice al comenzar el vídeo.

Corredera muestra también su lado más humano, al hablar de que su carácter es también "mucho más frágil y vulnerable de lo que parece". "Soy mucho más insegura de lo que aparento, tengo dudas e incertidumbres. Me preocupa el futuro. Según la esperanza de vida en España, ya he vivido más de la mitad de los años que me quedan. Y aquí estoy, dispuesta a exprimir la vida", añade.

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La viguesa lleva ya seis meses alejada de los focos de Mediaset, coincidiendo con el cambio de dirección, al pasar Alessandro Salem al ser el nuevo consejero delegado tras el relevo de Paolo Vasile. Su último proyecto fue ¿Quién es mi padre?, aunque ejerció de presentadora de la última gala de Mediafest Night Fever, que se vio en enero de este año.

Precisamente, ella fue la presentadora de los debates de la serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva. Actualmente tanto Corredera como la hija de Rocío Jurado están fuera de la cadena, con Carrasco como uno de los nombres vetados por parte de la corporación.

En el anuncio de su pódcast, Corredera presume de que será un espacio en el que prime la libertad de opinión. "Quiero ser libre, quiero volar, quiero comunicar. Lo necesito como el respirar. Quiero que se escuche mi voz y, sobre todo, quiero seguir escuchando para entender este mundo, para ser más feliz", explica, siendo toda una declaración de intenciones. "Yo ya me he puesto en marcha, porque aunque a veces nos hayan hecho sentir pequeñas, todas somos superlativas", concluye.