Este fin de semana se celebró la boda de Raúl Prieto, exdirector de Sálvame, y Joaquín Torres, arquitecto muy conocido por sus intervenciones en distintos programas de televisión. Y Sálvame arrancó su programa de este lunes destacando algunos de sus mejores momentos, y cómo se lo pasaron los invitados. Entre otras imágenes, se pudo ver a Pilar Vidal dándolo todo en las copas, y pidió con humor a David Valldeperas que no sacase las mismas más.

Belén Esteban es una amiga muy estrecha de Raúl, y contó cómo ella en la boda habló, pero que no leyó ninguna carta porque le habían recomendado que dijese lo que le dictase el corazón en todo momento. La ganadora de Más que baile recordó que para ella Raúl es como un hermano, y aunque ella tiene hermanos, decidió que fuese este profesional de la televisión quien la acompañase hasta el altar el día de su boda con Miguel Marcos. Además, destacó cómo se ha preocupado mucho por el bienestar de su hija.

“Me sentaste a tu lado en la mesa presidencial y me hiciste la mujer más feliz del mundo”, aseguraba Belén, sin poder ocultar la emoción. “Porque sé lo que soy en tu vida, para ti, para Joaquín. Y sé lo que yo soy en la vuestra, yo y mi familia. Sabes que te quiero con el corazón, voy a estar toda la semana con la chapa, no me la van a quitar ni con agua plana. Esto va a ser como un partido político”, decía, en referencia a una insignia que regalaron como recordatorio de la boda y que ella lució en Sálvame con orgullo.

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El programa continuó dando otros detalles de cómo transcurrió todo, y Belén Esteban volvió a pedir la palabra. “Joaquín, qué orgulloso te tienes que sentir de los hijos que tienes”, aseguró. Y es que el hijo mayor del arquitecto leyó una carta en la boda en su nombre y el de su hermano pequeño, con la que “metió una bofetada con la mano abierta a tantas personas que no entienden que dos personas del mismo sexo se puedan enamorar”.

Con su alegato contra la homofobia, Belén da a entender que la historia de amor de los contrayentes debió ser complicada en algunos momentos, pues Joaquín estaba casado con Mercedes Rodríguez Parrizas, con quien empezó un noviazgo cuando él tenía 17 años. Hace solo una semana, Joaquín participó en el programa Enamorados de Madrid, y le confesó a Daniel Diges que por no aceptar su homosexualidad generó “muchísimo dolor”. Y que cuando se lo contó a sus hijos, uno de ellos tenía 13 años y que este le dijo “papá, yo lo único que quiero es que seas feliz”.