Prácticamente desde siempre, el programa MasterChef ha puesto mucho el foco en la vida sentimental de los concursantes, y juegan con posibles relaciones entre ellos. Hubo flechazos que fueron reales, como el de Eva y Jokin, Jorge Brazález y Miri, Sofía y Víctor o Alberto y Luna. Otras fueron simples carpetas para alimentar el interés de espectadores y jueces, como el interés de Manu Baqueiro por Patricia Conde, el de Ofelia por el cardiólogo José o Dani y Jiaping.

En ese sentido, todo apuntaba a que en la presente edición había un conflicto de intereses entre dos buenos amigos que se habrían fijado en la misma chica: Álex y David, quienes proyectaban una afinidad especial hacia Laura, la expulsada del pasado lunes.

“David nos acaba de confesar que, ahora que se ha ido Laura, ella le encantaba. Dos hombres con un mismo destino”, contó Pilu, otra de las aspirantes, durante una prueba. Y Jordi Cruz, juez y presentador del formato, también quiso saber más sobre estos intereses. Para Álex, que conoce muy bien el formato porque fue concursante de MasterChef Junior, “no hay guerras ni hay competencias”, pues afirmó que nunca pelea “por mujeres, y con un amigo, menos”.

A pesar de todo, Laura parecía tener predilección por este joven de 19 años, y hasta bromeaba conque igual no salía del concurso siendo cocinera, pero sí con novio. Según su relato, los dos eran “personas bastante fuegos” y “muy explosivas”.

[Pepe Rodríguez lanza un órdago a María del Monte: “Estás invitada a ‘MasterChef’ cuando quieras”]

Además del contenido que se ve durante las emisiones, la web oficial de RTVE redactó una pieza en la que hablaban de este “triángulo amoroso”. Algo que no le ha parecido bien al propio Álex, que no tiene interés en hacerse conocido por su vida privada. “¡No hay nada! He venido a MasterChef únicamente a cocinar y aprender cada día”, escribió en Twitter, mencionando la noticia original. E insistía en que está “centrado en aprender y cocinar. Dar el máximo en cada programa es mi objetivo”.

Como ya se ha analizado en otras ocasiones en estas páginas, MasterChef parece a menudo más interesado en crear parejas y en desglosar la vida sentimental de los concursantes que en conseguir buenos platos. Durante las 11 temporadas de anónimos y las 7 de famosos hemos visto todo tipo de chistes y preguntas relacionadas con el amor y el sexo, desde preguntar a un aspirante que qué cocinaría en una primera cita hasta hacer chascarrillos sobre platos que lleven rabo de toro o “polvos” para cocinar.