Supervivientes reescribió este jueves sus reglas. Y es que el programa decidió expulsar de manera disciplinaria a Yaiza Martín, la novia de Ginés Corregüela, y que entró como suplente de Gema Aldón, quien tuvo que abandonar por motivos de salud. Allí, esta canaria supo robarse el foco, tanto por su vida sentimental junto a Ginés como por sus desencuentros con los compañeros. Tras una pelea con Arelys, en la que casi llegan a las manos, fue nominada. Y sus malos modos continuaron, con enfrentamientos con Asraf Beno, hasta que la organización haya decidido que tiene que volverse a España sin importar lo que la audiencia dictase.

Tal como explicó Jorge Javier Vázquez, presentador, del reality, su expulsión se debió a “los insultos y amenazas proferidos por Yaiza a Asraf que el cámara pudo escuchar perfectamente y ante la reiterada actitud violenta”. Y añadió que ante esto “ha quedado sin efecto la expulsión semanal”.

Cuando un concursante se va de Supervivientes le vemos cómo se da su primera ducha, su regreso a España, dan una entrevista en plató para comentar cómo valora su concurso. Sin embargo, ahora surge una duda, y es qué va a pasar con Yaiza. Como decían en Sálvame este viernes, se ha creído la reina del mambo, toda una experta en el arte de hacer show televisivo y se le ha ido el juego de las manos. Terelu Campos vaticina que toda esta movida con Asraf le ha venido bien, y que la rentabilizará. No sabemos si en un Deluxe, o de qué manera.

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Y ante esto surge una cuestión, ¿de verdad hay hueco en Telecinco para un personaje así? ¿Merece que le den dinero por contar con pelos y señales cómo se enfrentó al novio de Isa Pantoja cuando las cámaras no grababan, cómo le insultó y buscaba un conflicto todavía mayor?

Hubo un tiempo en el que este tipo de personajes funcionaban. Aída Nízar y otro tipo de concursantes que iban de reality en reality, de plató en plató, agitando el avispero, levantando ampollas, generando polémicas como única forma de vida. Pero la televisión va por otros derroteros en la actualidad, y más, Telecinco, que pasa por una crisis de audiencia, y en menor medida, de reputación por casos como la Operación Deluxe o el de Carlota Prado de Gran Hermano.

Hasta ahora, lo peor que podía hacer un concursante de Supervivientes era abandonar, tirar la toalla y pedir que le llevasen a España de vuelta. Cuando esto sucedía, el presentador que correspondiese insistía en que se lo pensase con calma, que el abandono tiene consecuencias. Una posible multa por incumplimiento de contrato se decía en ocasiones, y en otras, un veto de todo el universo de Mediaset. Había concursantes que tras abandonar ni siquiera volvieron a aparecer en las galas semanales, como Azúcar Moreno, que tardaron un tiempo en regresar por el grupo audiovisual.

¿Será más grave las amenazas de Yaiza, que ha provocado tanto como para que la echen, o un abandono? Habrá que esperar a ver qué decisión se toma, si este domingo en Supervivientes: Conexión Honduras tiene ocasión de explicarse, o si se pasa página por completo sobre su trayectoria. Y sobre su vida. Porque Yaiza también se había convertido en las últimas semanas en uno de los personajes más potentes del universo Sálvame, que indagaba día sí, día también, en su desconocido pasado, tanto profesional como sentimental.

Por otro lado, habría que poner también el foco en Ginés, quien ha enseñado la patita con sus malas artes, avisando a Yaiza cuando llegaba la cámara para que se calmase. Que él ha tenido comportamientos también de lo más despreciables con Asraf, y si ella le llamó “maricona”, él no fue menos homófobo cuando en una discusión le dijo “que se pusiese bragas”. El rey de los bocadillos de TikTok tampoco debería reinar en el mundo del corazón de Mediaset. Por mucha falta que tengan ahora mismo de personajes, entre tanto veto a Ortega Cano, Antonio David y compañía.