Eduardo Navarrete.

Eduardo Navarrete. Atresmedia

Bluper ENTREVISTA

Eduardo Navarrete: "Si entras en un programa a las 8 de la mañana y estás cansada, pues te jodes"

El diseñador presenta en el MARCO OFF de MBFWMADRID su colección N-61 inspirada en su ciudad Torrevieja. 

15 febrero, 2023 13:43

Eduardo Navarrete es puro espectáculo televisivo. De ahí que en Shine Iberia no tuvieran dudas en escogerle como concursante de la primera edición de Maestros de la costura en la que se convirtió en uno de los grandes protagonistas por su fuerte personalidad y sus piques con Lorenzo Caprile. 

Él, consciente del negocio televisivo, siempre remó a favor del show, algo que luego le fue recompensado siendo elegido como concursante de la sexta edición de MasterChef Celebrity. "Tú cuando sabes cómo funciona la televisión, vas a hacer televisión. Si entras en un programa a las 08:00 de la mañana y estás cansada, pues te jodes porque estás trabajando. Y entonces tú estás arriba y estás preguntona, estás contestona....", confiesa a BLUPER con motivo de la presentación de su colección N-61 en el Marco OFF de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.

Una colección en la que homenajea a su tierra y sus paisajes: Torrevieja. Desde souvenirs de aire cañí y setentero de la Costa Blanca a los emblemáticos bancos de piedras azules de estilo seagaudi que salpican el Paseo Marítimo de su puerto o las salinas rosadas del Parque Natural Lagunas de la Mata inspiran la colección del creador.

[Eduardo Navarrete se quita la ropa en ‘El Hormiguero’ para hablar de sus operaciones de estética]

¿Quién es Eduardo Navarrete? 

Pues no lo sé. No sabría cómo definirlo. Yo sé cómo me gusta definirme a mí, yo sé lo que me gusta contestar yo. Y me gusta decir que yo soy una vedette prácticamente diseñador. En Francia, vedette significa un artista que sabe hacer de todo, que canta, que presenta y que hace de todo. ¿Qué quiero decir con esto? No que sea vedette, que también lo soy, sino que no sólo me quedo en la moda. Tengo la marca de ropa, mi agencia de comunicación, que es lo que ahora me está cogiendo casi toda la parte de mi tiempo, me encanta ayudar a la marca de los jóvenes diseñadores, estamos llevando cuentas de comunicación potentes, más grandes... Y a parte, si te tengo que hacer un Torrevieja Weekend, te lo monto y si tengo que hacerte un cabaret en Navarrete, te lo hago. Todo eso soy yo. 

Y cuando se apagan las luces, ¿quién es Eduardo Navarrete? 

Una persona muy random. Pero es que yo pienso que eso pasa siempre. Las redes han hecho que conozcamos más a las personas y desmitifiquemos menos a la gente. Porque, por ejemplo, la Madonna de ahora ya no es la Madonna de antes. Pero no porque ella ya no sea la misma estrella, sino que ahora tenemos y sabemos unas cosas de ella que antes no. Yo soy una persona muy random. Sigo teniendo a mis colegas, hago una vida muy normal, llevo un montón de años veraneando en Torremolinos, no conozco Bali, tengo una casa en La Latina muy normal y corriente...

Cuando vuelves a tu casa y te acuestas en la misma cama en la que te acostabas de pequeño, ¿qué es que te pasa por la cabeza? 

¡Qué horror! Yo es que tengo unas connotaciones un poco negativa de mi casa. No es agradable. Pero sí que tengo una escena agradable cuando estoy en el pueblo, voy a comer a casa de mi abuela, paseo por la calle y la gente me ve y me dice: 'Ay, chiquito, que te he visto por la tele'. Ahí siento orgullo. Veo que el esfuerzo ha tenido su recompensa. Yo empecé a coser en un taller con las señoras de sol a sol. Este año di el pregón y pude devolver al pueblo, entre lágrimas, todo el cariño que me han dado. Cuando le di las gracias a todas las costureras, que las nombré a todas, no podía parar de llorar. 

Eduardo Navarrete.

Eduardo Navarrete.

¿Eres consciente de que has cumplido ese sueño de niño? 

Ese destino que vemos en la vida de los demás, cuando te llega a ti no eres capaz de verlo. Tú piensas en Rosalía, mira qué bien le va, pero seguramente ella no se habrá dado cuenta. Te cambia la vida, claro, porque a mí me ha cambiado. Pero el aire sigue siendo el mismo. 

Pero, quizá porque tienes a quien te ponga los pies en la tierra...

Sí. Pero yo a veces pienso que soy amigo de gente famosa que tiene millones en el banco y yo no. Y los veo igual. Yo lo vivo todo con naturalidad. 

Yo pensaba que el día que tuviera dinero iba a ser una yonki y una delincuente, que iba a ser una hija de puta y no es el caso

El mundo del entretenimiento no es un mundo fácil. Las luces eclipsan todo, las propias vidas de cada uno... 

Mira, hace poco vi una entrevista de Yolanda Ramos en Las tres puertas en la que dijo, no que tenía una depresión como tal, pero sí que había tendencias depresivas. Hay gente que aparentemente lo puede tener todo, pero luego tienen unas movidas y unas cosas. No todo lo que se ve es guay. 

¿A ti quién te agarra a la tierra?

Soy tan hija de puta que soy yo mismo. Yo pensaba que el día que tuviera dinero iba a ser una yonki y una delincuente, que iba a ser una hija de puta y no es el caso. Soy yo mismo. Me autoexijo. Yo de siempre me he exigido mucho. Entonces, ahora que no le tengo que rendir cuentas a nadie, me las rindo a mí mismo. O sea, que no necesito que alguien me diga que es domingo, que no te vayas al Tanga. No me preguntes por qué, pero soy una hija de puta y no me voy. 

¿En qué momento agarras las maletas y dices 'me voy a vivir la vida de la gran ciudad'? 

He de decirte que yo tuve una infancia muy feliz, una adolescencia bastante más compleja y para mí salir de mi casa fue una liberación absoluta. Me fui a Valencia viniendo de estar en una familia acomodada y pasé a un colchón de 90 en el suelo en un pisucho que se caía a trozos... Pero aquello me parecía que era el Palacio de Buckingham. Yo estaba feliz en aquel colchón en el suelo porque estaba descubriendo lo que era la libertad. Y la libertad era bajar a la calle cuando yo quisiera y ver una calle con edificios porque yo venía una urbanización con cincuenta casas que en invierno estaban habitadas quince. Yo tenía esa sed de vivir la vida. No ha sido un camino fácil. Ha sido siempre un demostrar constante. 

¿Qué es para ti Macarena Rey, CEO de Shine Iberia? 

Uy, mi madre. Ella dice que soy su niño. Y últimamente me está encantando porque nos estamos encontrando mucho y nos vemos mucho. Me parece una tía muy trabajadora, una tiburona que tiene lo que tiene porque es así de trabajadora. Si tiene que ser una hija de puta, lo es. Pero luego es una tía de puta madre. A mí me ha dado una oportunidad estupenda y maravillosa, me tiene en cuenta para más cosas... Literalmente nos hemos tirado de los pelos, pero  cuando la veo me derrito y sé que va a estar para lo que necesite y que me tiene para lo que necesite.

¿Cómo fue esa llamada de teléfono para decirte que entrabas en Maestros de la costura?

Fue una locura. No fue una llamada como tal. Era ya una consecuencia de actos y de hechos que yo ya, sin esa llamada, sabía que estaba dentro. Diego de la Viuda me dijo que me presentara que esto era para mí. Y, sin saberlo, había grabado mi vídeo de presentación estando en Barcelona sin haber hecho el casting final en Madrid. Era mi primer programa. No entendía nada. Ahora lo entiendo todo. Ahora sé que estaba dentro desde el primer día que me vieron porque soy un hijo de puta. Yo le vacilé a Macarena (Rey) pensando que era una redactora más y le dije de todo. 

Eduardo Navarrete.

Eduardo Navarrete.

En estos años también te has ido amoldando a la televisión, sabiendo cuáles eran las necesidades de los programas... 

En esta última edición de Maestros de la costura yo no era un concursante, yo formaba parte del equipo sin que nadie me lo pidiera. Tú cuando sabes cómo funciona la televisión, vas a hacer televisión. Si entras en un programa a las 08:00 de la mañana y estás cansada, pues te jodes porque estás trabajando. Y entonces tú estás arriba y estás preguntona, estás contestona.... Y a lo mejor hay otros compañeros que no saben cómo funciona el medio, yo tiraba de ellos. Creas un poco de conflicto, o risas, o haces preguntas o generas contenido... Ellas estaban encantadas y yo también. Hay que entender el medio. Me gusta mucho la tele y disfruto un montón.

Macarena Rey me parece una tiburona que tiene lo que tiene porque es así de trabajadora

¿Y MasterChef Celebrity?

MasterChef fue lo más porque ahí pude experimentar. Entonces ya no me pillaban ni a la de tres. Yo ya sabía lo que podía decir, cuando lo podía decir y cómo lo voy a decir. Y es que se nota de cómo quedo en Maestros de la costura, que quedo como el culo, a cómo quedo en MasterChef, que de repente era San Eduardo. Había un conocimiento del medio. MasterChef fue una gozada porque los compañeros eran una gozada y una experiencia que flipas...

¿Lo que has aprendido en la televisión luego lo has volcado en tus diseños?

Si yo pudiese cambiar algo de mi trayectoria en la moda, sería que todo lo haría igual, pero me haría un año de prácticas con quién sea. Me iría hasta con Ágatha Ruiz de la Prada, fíjate. Me metería hasta en el peor de los talleres.  

¿De dónde viene esta colección? ¿Cuándo empieza a desarrollarse en tu cabeza?

El año pasado cuando estábamos allí en Torrevieja. Yo creo que a nadie le va a extrañar. A la gente le extrañaría que yo hiciera una colección inspirada en el fondo marino o en Nueva York. Con esto la gente va a decir: otra Navarretada u otra inocentada de Navarrete. Sigue la línea de mi vida cotidiana y de mis cosas. Sí que me encantaría que esto que se ponga para que la gente conozca otras cosas de Torrevieja y se vaya quitando esa imagen de Un, dos, tres. 

El alcalde te va a poner una calle...

Eduardo Dolón. Somos íntimas. Hemos presentado Weekend 2 en Fitur y viene al desfile.

¿Quién te ayuda a encontrar esas referencias? 

Yo. Porque son cosas que yo he vivido: he ido a esa feria, he visto ese submarino, he estado en esas lagunas rosas, que es un parque natural que es una pasada, he paseado por ese paseo marítimo estupendo, los manteros, la playa, las sombrillas que tenía mi madre que habían en el hotel... En definitiva,n definitiva los paneles siempre los hago yo, aunque obviamente tengo gente que me ayuda...

¿Cuál ha sido la prenda más sentía? 

Hay vestidos muy chulos, que son los más locos, que son los que van a llevar Lorena Castell y la Terremoto de Alcorcón. Vienen a ser hinchables de playa. Pero yo no puedo hacer un desfile con veinte pelotas de playa. Entonces, ¿qué coño vendo? Son 18 bañadores y dos vestidos. Son bañadores para todos los públicos porque, otra cosa no, pero mi público es muy variado, de chicas jóvenes a mujeres más adultas, de todas las tallas... 

Eduardo Navarrete  en ‘El Hormiguero’

Rubén Ochandiano decía en una entrevista con Luz Sánchez Mellado que es muy difícil encontrar pareja... ¿Cómo lo llevas tú siendo alguien famoso? ¿Tomas precauciones?

Todo el mundo pone sus barreras. Pero, en mi caso, como sigo saliendo por los mismos sitios por lo que he salido siempre... y mi fama no ha sido como la de Aaron Piper. ¿Pongo barreras? No sé.

Yo empecé a ir a terapia, pero me vi llorando y no entendí que hacía ahí. No necesitaba contarle mi vida a nadie

¿Tienes apps?

Y con foto y todo. Cuando me preguntan si soy el de las Costuras, si está bueno, le sigo el rollo. Y si te gusto, bien. Y si no, también. El estar tan expuesto y mostrar esa cara de mí divertida sí que a lo mejor hace que no te vean con esos ojos sexuales. Aunque ahora al ser portada de la revista Shangay estoy para comerme. 

Desde tus desfiles apuestas por la diversidad. ¿Has sentido tú la presión de la normatividad?

Cariño, llevo un lifting, una liposucción, la bichectomía... Claro que he sentido la presión social. A ver, yo esto me lo he hecho por gusto, pero por gusto de intentar pertenecer a un grupo. Yo he pasado por el Circuit o en el Orgullo como papel de fumar en agua. Invisible como las compresas. La gente que dice que tiene sobrepeso real de salud, yo veo fenomenal que se reafirmen, pero me cuesta creerlo. Yo me siento como un salmón en Noruega, saltando contra la marea. Por desgracia es lo que gusta. Poco a poco vamos poniendo granitos. Yo empecé terapia, pero me vi llorando y no entendí que hacía ahí. Yo no necesitaba contarle mi vida a nadie. Más que nada porque no tengo ningún problema. El único que tengo es que no me encuentro bien. Tengo todo lo que pensé que no tendría. Lo único es que físicamente no me encuentro bien. ¿Qué hago? ¿Sigo bebiéndome dos litros de cerveza todos los días cuando salgo de trabajar para ahogarme en mi pena? No me apetece ir al gimnasio, pero voy.