Uno de los principales atractivos de los programas de actualidad son las conexiones en directo. Precisamente, es uno de los pilares de Y ahora, Sonsoles, el magacín presentado por Sonsoles Ónega en Antena 3. Asentado ya el programa en la franja de tarde y con buena recepción por parte del público, eso no quita que la propia presentadora se queje y dé un toque de atención sobre algunos errores demasiado habituales del formato.

Estos fallos están relacionados, precisamente, con las conexiones en directo. Este pasado viernes, por ejemplo, el magacín abordaba cómo la gente estaba preparándose para recibir el Año Nuevo en la Puerta del Sol. Para ello, el programa envió al reportero Pablo Hermaz a la emblemática plaza madrileña, donde podía observarse un buen número de gente congregada.

Por supuesto, nada más entrar en directo la conexión, Ónega quiso preguntarle a Hermaz sobre la atmósfera que se percibía en la zona. “¿Cómo está el ánimo de la gente?”, le preguntó la presentadora al joven, dado que este viernes 30 fue cuando se produjo el ensayo de las Campanadas para evitar que haya problemas en la medianoche de Nochevieja.

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“Están tranquilos, pero hay un ambiente de muchísima gente con varias compras”, comenzó a responder Hermaz. Sin embargo, el reportero no pudo terminar bien su respuesta, dado que su audio se entrecortaba, haciendo imposible la conexión en directo. El periodista no era consciente de los fallos y siguió comentándole a Ónega cómo estaba el ambiente en la Puerta del Sol.

Además de escucharse entrecortado, la voz del periodista sonaba robótica, lo que hacía más difícil que se le comprendiese. Ante una situación así, Ónega no tuvo pelos en la lengua a la hora de comentar, precisamente, uno de los principales problemas del magacín, sus continuos fallos en las conexiones con los reporteros. “A ver, fallan muchísimo los directos en la calle en este programa, ¿eh? Muchísimo. Cuando no es el audio, es la imagen…”, exclamó con un tono indignado.

No pudo escucharse más, dado que su micrófono fue cortado, lo que deja entrever que el comentario no iba dirigido al público, sino a sus compañeros del apartado técnico, lo que deja entrever que la crítica fue escuchada por tener el micro abierto. De ahí, que rápidamente control actuase.

Además, su queja coincidía con lo que narraba Hermaz, cuyo audio dificultaba en sí la comprensión de lo que comentaba sobre la emoción de la gente en las preuvas. A pesar del momento de enfado de la presentadora, esta no volvió a referirse a lo sucedido tras terminar la conexión en directo, pasando directamente a la tertulia.