Sandra Barneda es la presentadora de La isla de las tentaciones, uno de los programas que más alegrías da a la actual parrilla de Telecinco en cuestión de audiencias. Este domingo, la comunicadora se dejó caer por el programa Fiesta para charlar con Emma García para presentar su nueva novela, Las olas del tiempo perdido, pero fue inevitable hablar tanto del programa como de la vida personal de la invitada.

Así, Fiesta rescató unas imágenes de La isla de las tentaciones en las que Sandra se emociona con el discurso de Samu, uno de los participantes, y explicó lo que sentía en ese instante. “Fue un momento muy difícil, porque entré en la casa y yo tampoco estaba en mi mejor momento”, reconocía con los ojos vidriosos, y es el dating show se grabó justo cuando había finalizado su relación sentimental con Nagore Robles. “Y claro... Cuando te rompes, te rompe la vida, es verdad que rasga esa parte en la que todos nos ponemos la coraza. Te das cuenta de que para vivirla intensamente también hay que aceptar el sufrimiento y la tristeza, y hay que atravesarla”, siguió explicando con mucha emoción. Recordó entonces que todos los chicos estaban rotos, pero ella no podía contar nada entonces.

Emma García le preguntó entonces si había sufrido mucho por amor, y Sandra, tras unos segundos de reflexión, respondía: “Yo te diría que a partes iguales. El amor me lo ha dado prácticamente todo y me lo sigue dando todo. Pero he sufrido por amor”, admitía, añadiendo que “hay que aceptar que te atraviese el amor igual que te atraviesa el desamor”.

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En el encuentro, las dos estrellas de Mediaset sorprendieron al hablar públicamente de cómo se conocen de circunstancias “jodidas”, de las que no dieron detalles. “Me emociono de ver a Emma, de decir joder, cuánto cariño nos tenemos. Lo digo de verdad, me gusta estar con ella. Nos hemos visto en muchas circunstancias, no tenemos que gastar en palabras”, aseguraba Sandra Barneda. Emma recogía el guante, y añadía que “hemos sido siempre compañeras”, si bien terceras personas quisieron “ponerlas a prueba” hasta querer convertirlas en “competencia”. “Intentaron enfrentarnos, pero no lo han conseguido”, añadían.