Ha sido el fichaje del año. Uno de los últimos disgustos que se ha llevado el consejero delegado de Mediaset España, Paolo Vasile, antes de su anunciada salida para el primer trimestre de 2023. Sonsoles Ónega estaba llamada a ser la sustituta de Ana Rosa Quintana en el futuro. Sin embargo, esa idea nunca se verbalizó. De hecho, la periodista era de las pocas estrellas del grupo que no tenían contrato de cadena.

Y entonces apareció Atresmedia con una propuesta que le daba seguridad, justo en la semana en la que se despedía de Ya son las ocho. Les pidió unos días para pensarlo. Habló con su padre, con su hermana. No todos los días a uno se le presenta una oferta de estas características. Y dijo que sí. 

Lo que pasó en despacho de Vasile ya lo contamos en BLUPER en exclusiva, como bien recuerda la propia Ónega en nuestra entrevista. "Qué te voy a contar si ya lo sabéis casi todo...", bromea. Aún así, hay muchas preguntas sobre este nuevo proyecto que le llevará a abrir una ventana al directo todas las tardes en Antena 3, de 19 a 20 horas.

Y ahora Sonsoles. Menuda responsabilidad dar nombre al programa... 

Como bien saben mis jefes, antes de que me meta contra el título de mi programa, porque efectivamente de alguna manera me cuesta decirlo, diré que si al final no decidimos ni cómo nos llaman cómo para decidir el nombre del programa que vas a hacer. Ya me he acostumbrado a que eso lo decidan otros por mí y, además, no me hicieron ni caso. La cadena quiso desde el primer momento que el programa se llamase Y ahora Sonsoles. Pero, es verdad que me da un poco de cosa, de pudor, probablemente por inexperiencia. Aunque ahora ya me voy acostumbrando a verlo. Me han puesto hasta estores con el nombre del programa en la redacción que yo cuando entro diga de verdad. O sea, estoy harta de esa señora. Ahora me van a hacer unas tazas también con el logo del programa, la esponjilla. Pero, bueno todo sea bienvenido. Espero no cansarme de mi misma.

Eso lo dijo una vez Marta Sánchez, que se cansaba muchas veces de ser Marta Sánchez...

Pues mira, no lo sabía, pero me representa de esas declaraciones. Llega un momento que te cansas de tí misma, de escucharte todo el rato y, en este caso, además de ver tu nombre por todas partes. Pero, bueno.

¿No tendría que llevar coma?

En puridad va una coma. Pero, bueno, supongo que la licencia de quitársela le permite la escenografía. Y, bueno, esa sombra que hay puede ser la coma.

Sonsoles Ónega.

¿Cómo va a ser Y ahora Sonsoles?

No me váis a ver haciendo nada que no haya hecho ya. Pero, el magacín es un formato en el que yo me encuentro muy cómoda porque combina todos los elementos posibles de la conversación ordinaria que yo misma puedo tener con mis amigas, con mi familia, con mis compañeros de trabajo... Es un programa que va a hablar de todo e incorpora algunos elementos que yo desconocía, como es la presencia de público en el plató que quiero que sea activo. Es decir, que no sea meramente decorativo, sino todo lo contrario. Para mí son termómetros. Ya he hecho pruebas con público y los miro todo el rato y digo: 'A ver qué cara ponen estos señores y señoras que me acompañan'. Y ese para mí va a ser un elemento diferenciador. Ya sé que no lo son de los programas de televisión en directo, pero para mí sí lo será.

Llega un momento que te cansas de tí misma, de escucharte todo el rato y, en este caso, además de ver tu nombre por todas partes

Y luego este programa nace con la vocación de abrir una ventana durante las tardes de Antena 3 al directo que, hasta ahora no habían tenido, y veremos cómo reacciona la audiencia al formato y no hay objetivo más bonito que pensar que la persona que está en casa sienta que el plato es parte de su salón, o que nosotros formamos parte del salón del espectador. Ese es probablemente el objetivo número uno de la televisión: hacer compañía. Y si por el camino, quién nos está viendo se ríe, llora, aprende algo, se entretiene, tendremos el objetivo cumplido. Así que combinando todos esos elementos en un plato maravilloso que sólo puede responder a la apuesta sincera de esta cadena por este programa, vamos a intentar atrapar al espectador.

¿Y habrá crónica social?

Vamos a tener un espacio de crónica social como elemento en el que creo firmemente. Los personajes de la crónica social, el corazón de este país, interesan al ciudadano, forman parte de su conversación normal. Somos un país que ha consumido este tipo de de información durante décadas y décadas y que diría que casi es pionero en revistas del corazón desde los años 60. Así que no voy a renunciar a eso en modo alguno. ¿Y la cadena? La cadena está de acuerdo. De hecho, no creo que. De hecho, que haya corazón en el programa no es una decisión meditada, sino que surgió de forma natural en las conversaciones. Ahora, eso sí, lo importante es hacerlo bien, hacerlo atractivo, hacerlo riguroso, serio, entretenido y que la gente pase un rato agradable.

Te lo habrán preguntado miles de veces. ¿Por qué este paso? ¿Seguridad?

Hay distintos factores que me hacen decidir que éste era el momento. Aunque es verdad que tienes que corresponder con resultados porque si no puede que no merezca la pena ni ara ellos ni para mí, el primer motivo sí que es la seguridad que me ofrece Atresmedia. Y luego están todas las posibilidades de hacer otras cosas. Este grupo tiene una plataforma digital muy trabajada, muy desarrollada, muy atractiva, que lleva una ventaja interesantísima y que, como gran contenedor de contenido que es, me permite hacer muchas cosas que me atraen. Y no necesariamente son entretenimiento, sino todo lo contrario. No hay absolutamente nada encima de la mesa, está todo en mi cabeza, peor estoy pensando, por ejemplo, en formatos documentales. Y luego, por otra parte, porque el Grupo Planeta está presente también aquí y es mi grupo editor desde hace un montón de años, que publicaba libros cuando vendía muy poco. Y eso no se me va a olvidar nunca. Esa oportunidad en el mundo de las letras es algo que no se olvida.

Sonsoles Ónega.

Justo además te permite esas soñadas adaptaciones de libros... 

Es verdad que me he quedado un poco a las puertas de poder concluir la adaptación de Después del amor. Yo nunca escribo para adaptar, pero me parece muy interesante poder hacerlo, sobre todo como un aprendizaje más. Yo no sé hacer guiones y viendo el guión de Después del amor con Aitor Gabilondo, aprendí muchísimo. No es prioritario ahora mismo, pues la prioridad es este programa y que salga adelante, pero eso está ahí. No es que se ha aparcado porque tampoco hay ningún ninguna cosa encima, pero forma parte del futuro y el futuro siempre es muy estimulante.

No es prioritario ahora mismo adaptar mis libros, pues la prioridad es este programa y que salga adelante, pero es algo que está ahí.

¿Pudiste hablar con Ana Rosa el día que regresó a televisión? ¿Has tenido alguna comunicación desde que te fuiste?

Era su día. No era el día de preguntarle por esta señora que soy yo, que soy una humilde presentadora de televisión recién llegada al mundo de los platos. No era el día. Creo que es muy sincera cuando nos desean suerte.

¿Quién te ha sorprendido más en estos años de la gente con la que te has sentado?

¿Sabes lo que pasa? Y no es por escabullirme, peor de cada personaje o de cada compañero con los que he estado en las mesas de los programas, tanto en Ya son las ocho como Ya es mediodía, he aprendido algo. A veces para no hacerlo y a veces para ponerlo en práctica. Me fijo mucho en cómo funciona la gente. A los que son animales televisivos los analizo con lupa por qué casi siempre suele coincidir personajes que llevan muchos años en la tele. Pero no te voy a decir ninguna porque me meto en los jardines.