Este miércoles 1 de marzo, Pasapalabra renovará sus celebridades como invitadas. Y entre esos nuevos famosos destaca una andaluza que en el pasado fue la más guapa de nuestro país: Esther Arroyo.

Desde hoy, además, la modelo y presentadora estará acompañada de otros tres famosos que, en este caso, son conocidos por su labor en la cultura y la televisión: Pepe Begines, Pablo Carbonell y Patricia Cerezo. Los cuatro pondrán a prueba sus conocimientos en cultura general y su rapidez visual para superar las diferentes pruebas del programa y así ayudar a los concursantes a acumular puntos y así poder optar al ansiado bote, que ya acumula más de 2 millones de euros.

Esther Arroyo nace en 1968, y en 1990 se convierte en Miss España, recibiendo la corona de manos de Raquel Revuelta. Ello le permite labrarse una interesante carrera como modelo, actriz y presentadora de televisión.

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En la pequeña pantalla fue una de las protagonistas de la serie Periodistas de Telecinco, si bien su primer papel fue en Más que amigos, una especie de versión española de Merlose Place. En Periodistas permanece cuatro años como Ali, la divertida redactora por la que bebía los vientos el personaje del becario José Antonio, interpretado por Pepón Nieto. Luego continuaría su faceta de actriz interviniendo en la serie Un paso adelante con el personaje de Irene, y el de Míriam en Los Serrano, en la que se incorporó en el año 2007. También participó en La familia Mata, de Antena 3, y Vida Loca, de Telecinco, donde interpretaba a la exmujer de Tony Cantó. Como presentadora la vimos en HomoZapping, pues en la primera temporada ella daba paso a los vídeos en unos sketches protagonizados junto a José Corbacho.

Su vida cambió en el año 2008. Un duro accidente de tráfico en un coche en el que viajaba con Ana Torroja y un tercer ocupante que acabó falleciendo truncó la carrera de la polifacética gaditana, que en el año 2016 confesó estar en bancarrota por sus terapias para recuperarse.

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Arroyo luchó por recibir un tratamiento digno y que le permitiera recuperar la movilidad. Temía acabar toda la vida en una silla de ruedas y, por ello, decidió ponerse en manos de la sanidad privada. “Con el accidente de coche que tuvimos en 2008 en Cádiz tuvimos gastos de recuperación que, en principio, nos iban a pagar, pero al final no fue así”, confesó al respecto.

Desde entonces tiene reconocida una incapacidad laboral permanente, por la que cobra una pensión. No puede ejercer como actriz ni presentadora, pero de vez en cuando se deja caer por televisión como colaboradora (Amigas y conocidas), concursante (Tu cara me suena) o invitada en programas como este Pasapalabra.