Carlos Lozano explica su ausencia en la televisión: “Solo me llamaban para pelearme”

Carlos Lozano explica su ausencia en la televisión: “Solo me llamaban para pelearme”

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Carlos Lozano explica su ausencia en la televisión: “Solo me llamaban para pelearme”

12 septiembre, 2021 11:42

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Desde que entrase en la casa de Gran Hermano VIP, Carlos Lozano se convirtió en uno de los personajes más recurrentes del universo Sálvame. Sobre todo por su currículo sentimental y por su relación con sus exparejas Míriam Saavedra y Mónica Hoyos. Sin embargo, el modelo y presentador decidió desaparecer del mapa, hasta el punto de que muchos se preguntaban por su paradero.

Tras casi un año lejos de los focos, Carlos Lozano reaparecía anoche en Sábado Deluxe para explicar qué le pasó. “Exploté, acabé harto de todo”, relató. “Fue cuando dejé lo del ‘defensor del pueblo’ por culpa de esta señorita… Dije Basta”, añadía, en referencia a los enfrentamientos televisivos que protagonizó con su expareja Míriam Saavedra.

Durante estos meses de retiro ha estado “poniendo las cosas en su sitio” y se ha comprado un terreno en el campo. “Decían que estaba desaparecido porque no he cogido el teléfono a nadie”, aclaraba.

Del mismo modo, lanzó un dardo a Mediaset, el grupo en el que más ha trabajado. “Yo pensaba que me iban a llamar para alguna sustitución para un programa o algo pero nada. Solo me llamaban para pelearme en los platós y no me sentía cómodo”, confiesa. También afirma que “gracias a Dios, no me hace falta trabajar”.

En su etapa en Sálvame como colaborador tuvo muchas peleas, y ahora se arrepiente de haber entrado al trapo. También tuvo un gesto muy bonito con Alonso Caparrós, al que aplaudió su desempeño en el magacín. “Tú vales como colaborador, pero yo no. No me siento bien haciéndolo”, explicó.

El que fuese presentador de El precio justo u Operación Triunfo también quiso compartir lo mal que lo ha pasado por el Covid-19. “Cuando me llamaron para la vacuna, lo retrasé y en esa semana lo cogí. Lo pasé muy mal, parecía que me habían dado una paliza. Pasé miedo, porque siempre crees que no te va a pasar a ti hasta que te pasa”. Entre las secuelas que le han quedado está la de no haber recuperado el olfato y el gusto.