Kiko Matamoros ha acusado a Anabel Pantoja de hacer apología de la obesidad.

Kiko Matamoros ha acusado a Anabel Pantoja de hacer apología de la obesidad.

Bluper OPINIÓN

Kiko Matamoros y la ley del embudo: las veces que ha hecho en televisión todo lo que critica

27 agosto, 2021 17:44

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Kiko Matamoros ha protagonizado estos días una sonada exclusiva junto a su pareja, Marta López Álamo, desde su idílica escapada a Sudáfrica. El colaborador y la modelo aseguran que este viaje les ha cambiado la vida y se plantean mudarse fuera de España, pero mientras tanto, Matamoros sigue dando guerra a sus compañeras.

En esta ocasión, la damnificada de sus dardos envenenados ha sido Anabel Pantoja, a la que el colaborador de Sálvame critica por su "falta de pudor al exhibirse, sus bailes, que explote y normalice la obesidad". Esta polémica frase ha provocado todo tipo de reacciones, entre ellas las de la propia aludida, que le dedicó un aluvión de zascas desde el programa en el que ambos trabajan.

Pero, si hubo una colaboradora que estuvo acertada en su análisis de las palabras de Matamoros, esa fue María Patiño, que sacó a relucir la gran contradicción de su compañero al hablar de hábitos saludables. "Yo he sido bulímica y es algo con lo que tengo mucho cuidado, pero es que Kiko Matamoros no es la persona adecuada para hablar de buenos hábitos", espetaba la periodista.

Kiko Matamoros ha frivolizado en televisión con su adicción a la cocaína.

Kiko Matamoros ha frivolizado en televisión con su adicción a la cocaína. Mediaset

"Yo intento llevar una vida saludable y ni siquiera me atrevería a dar lecciones", proseguía Patiño, añadiendo que "las espaldas tienen que brillar para poder dar clases de algo".

Y las espaldas de Kiko no es que estén precisamente brillantes. Si Anabel hace apología de la obesidad por bailar y bromear con la comida basura, ¿cómo se debería calificar su afirmación de que la cocaína le ha permitido leer libros enteros en una noche o que tiene menos riesgo vender kilos de cocaína que hacer fiestas ilegales?

María ha dado en el clavo a la hora de definir la actitud de Matamoros con Anabel Pantoja y con el resto de sus compañeras, con las que acostumbra a compartir su sabiduría en tono condescendiente. La superioridad moral de la que adolece el colaborador le hace obviar que muchas de las conductas que critica también las practica él.

Otro ejemplo de esta 'ley del embudo' que impone Matamoros es la insinuación que hizo en el plató de Sálvame sobre Anabel Pantoja, asegurando que podría enfrentarse a un problema fiscal. "¿Tú estarás dada de alta en el régimen general de artistas?", le preguntó después de que ella negase ser artista.

"Yo soy autónoma", espetó Anabel. "Entonces te tengo que dar una mala noticia. Me escriben del sindicato... Por lo visto hay un vídeo donde enseña su zona de trabajo en el concierto de su tía Isabel, pero es que de un tiempo a esta parte, tienes que ser o músico o corista, técnico de sonido, de iluminación, manager, road manager...", explicó Kiko, acusando a su compañera de intrusismo y, veladamente, de un posible fraude a la Seguridad Social.

Cabe recordar en este punto que Kiko Matamoros tiene desde hace años una deuda con Hacienda por la que asegura que se le embarga la mayor parte de sus ingresos, pese a lo cual no ha frenado ni un ápice su lujoso tren de vida. 

El colaborador aseguró en 2017 que la Agencia Tributaria le embargaba el 80% de su sueldo desde hacía cuatro años. Algo que repetía el pasado mes de mayo, después de que se publicara que la Fiscalía pedía seis años de cárcel para él: "Hacienda me ha embargado cuando lo ha creído conveniente y tengo mis nóminas embargadas y punto. Estoy tranquilísimo en esta historia".

No deja de resultar curioso que Kiko siembre la duda sobre el régimen en el que cotiza Anabel, mientras que sobre su deuda con Hacienda lleva años dando explicaciones ambiguas que no aclaran, por ejemplo, cómo factura las exclusivas que hace, cómo cobra por su trabajo en televisión y cómo puede permitirse alquilar un piso de 3.700 euros al mes.

"Pues lo sabe la gente que me paga y en este caso dice que cómo cobro las entrevistas, mi parte la retiene las revistas y se lo lleva Hacienda", contestó a Europa Press cuando le transmitieron esta duda expresada por Anabel Pantoja. Mientras tanto, Marta López se apresuró a aclarar que ella es quien ha costeado las vacaciones: "El viaje se lo he pagado yo, no hay que suponer que es el hombre el que paga".

Días atrás ya analizábamos en BLUPER otra de las grandes contradicciones de Matamoros: se niega a llamar maltratador a Antonio David Flores y censura a quien lo hace, pero él sí le dedicó ese calificativo a Ernesto Neyra sin que estuviera condenado por maltratar a Carmen Ordóñez.

"No se puede calificar de delincuente a alguien que la justifica no le ha calificado como tal. Y menos por un representante público", afirmó en Sálvame refiriéndose a la intervención de Irene Montero en la serie documental de Rocío Carrasco. Pero Kiko olvida las palabras que le dedicó a Neyra en diciembre de 2010 en ese mismo plató: "A ver si tienes las narices de interponerme una querella por llamarte maltratador. ¡Maltratador!".

"Te voy a demostrar en un juzgado que lo eres. No te estoy difamando ni calumniando", prosiguió el colaborador. "Por lo tanto, pedazo de machote, a ver si me interpones una querella por decir lo que eres, maltratador".

Por último, hay que analizar el más reciente conflicto familiar de Matamoros para detectar otra de sus clamorosas contradicciones. El colaborador no puede ocultar su dolor al hablar de su nula relación con su hija menor, Anita Matamoros. Sin embargo, se mantiene en su postura de no dar su brazo a torcer y no favorecer un acercamiento. Esa misma actitud, la de apartarse a pesar del dolor, es la que ha criticado de Rocío Carrasco, mientras que defiende a capa y espada a Antonio David a pesar de sus demostradas mentiras.

De poco valen la inteligencia, la cultura y la sabiduría cuando sólo se utilizan para disparar contra los demás con superioridad y desprecio, sin saber aplicarlas a la propia vida. Kiko Matamoros ha demostrado que esa es una de sus grandes tareas pendientes y que, pese a sus clases de moral, no es más que lo que su compañera Belén Esteban le ha recriminado en varias ocasiones: el doctor Liendre, que de todo sabe y de nada entiende.