José María Yusta.

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José María Yusta: "El papel de los ayuntamientos es clave para impulsar las comunidades energéticas locales"

El catedrático de la Universidad de Zaragoza y colaborador de la Oficina de Transformación Comunitaria Aragón Energía Propia analiza las claves para impulsar proyectos de éxito.

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Las comunidades energéticas se consolidan como una alternativa sostenible y participativa para producir y gestionar energía de forma local. En esta entrevista, el catedrático de la Universidad de Zaragoza José María Yusta, experto en mercados energéticos y colaborador de la Oficina de Transformación Comunitaria (OTC) Aragón Energía Propia del Gobierno de Aragón analiza su potencial en la Comunidad y las claves para impulsar estos proyectos con éxito.

Pregunta.- Las comunidades energéticas están muy consolidadas en países europeos como Alemania o Dinamarca y están proliferando en España. ¿Por qué despiertan interés?

Respuesta.– Las comunidades energéticas representan una oportunidad para que los consumidores participen activamente en el proceso de transición energética en el que todos estamos comprometidos, produciendo localmente parte de sus necesidades de consumo mediante tecnologías renovables. Estas figuras gozan de tradición en países centro-europeos, pero en nuestro país han recibido también, en los últimos años, impulso legislativo y económico por parte de las administraciones públicas.

En particular, la transposición a la Ley del Sector Eléctrico de las definiciones, derechos y obligaciones de las comunidades de energía renovables y de las comunidades ciudadanas de energía, junto con respaldo económico en forma de subvenciones, han servido para animar ya la creación de un buen número de comunidades en España.

P.- ¿Qué tipo de actividades puede desarrollar una comunidad energética?

R. – Las comunidades energéticas están realizando, como actividad principal, la generación de electricidad para almacenarla y compartirla con los miembros de la comunidad, incluso vendiendo los excedentes que no se consumen. Pero también pueden producir y compartir calor producido en una caldera de biomasa, compartir servicios de mantenimiento de instalaciones energéticas, de valorización de residuos, puntos de recarga para movilidad eléctrica, entre otras actividades.

P.- ¿Qué diferencia existe entre una comunidad energética y una instalación de autoconsumo colectivo?

R. – El autoconsumo colectivo es un instrumento legal que desde 2019 permite producir y compartir energía eléctrica, y es una fórmula relativamente sencilla de aplicar entre los participantes de la inversión en la instalación de generación mediante un documento que recoja los coeficientes de reparto. Sin embargo, una comunidad energética tiene objetivos más ambiciosos y exige la creación de una figura específica (asociación, cooperativa, etc.), dotarse de estatutos y órgano de gobierno, un plan de viabilidad económica a largo plazo, entre otros.

P.- Participar en una comunidad energética puede hacerse de muchas formas: ¿cuáles son los perfiles más habituales?

R.- Legalmente pueden participar personas físicas, pequeñas y medianas empresas, y también administraciones locales, principalmente municipios. Hay proyectos impulsados por colectivos locales y otros por ayuntamientos, pero en ambos casos es habitual que participen tanto los vecinos, como pequeños negocios o empresas locales. Inicialmente, suelen participar los habitantes más comprometidos con iniciativas sociales y ambientales, pero después se van sumando otros a medida que comprueban las ventajas económicas de pertenecer a una comunidad energética.

Si bien los más beneficiados son aquellos que puedan consumir la energía producida por la comunidad, es decir, quienes residan regularmente en el municipio, otros pueden sumarse a la comunidad mediante la cesión de alguna superficie particular para la producción de energía o bien apoyando financieramente el proyecto colectivo.

Charla informativa OTC Aragón Energía Propia en Quinto.

Charla informativa OTC Aragón Energía Propia en Quinto. Socio Studio.

P.- ¿Cómo pueden los ayuntamientos impulsar o participar en una comunidad energética? ¿Qué beneficios puede suponer para los municipios?

R.- El papel de los ayuntamientos es clave para el impulso de los proyectos de comunidades energéticas, ya que sirven como referente a los vecinos y a las empresas. Pueden participar activamente como miembro de una comunidad energética, o bien colaborar mediante la cesión de superficies de titularidad municipal para la instalación de paneles solares u otras formas de producción de energía. La factura eléctrica del propio ayuntamiento se beneficiará directamente del reparto de la energía que le corresponda en caso de participar en la comunidad, o bien indirectamente en tanto sus vecinos dispongan de energía barata producida localmente que aliviará sus costes energéticos y las empresas locales se beneficien de mejoras en su competitividad.

P.- En la práctica, muchas comunidades energéticas en España están operando bajo la figura del autoconsumo colectivo. ¿Cuál es el ahorro o beneficio económico que puede suponer una instalación colectiva frente a una individual?

R. – Mientras que una instalación de energía solar fotovoltaica de autoconsumo individual de 3 a 5 kW puede costar alrededor de 2.000 euros/kW, una instalación para autoconsumo colectivo de 30 a 50 kW puede resultar en torno a 1.000 euros/kW, lo que supone un importante ahorro económico y, por tanto, un plazo de recuperación de la inversión mucho más rápido.

P.- La normativa actual permite compartir energía a través de la red eléctrica en un radio de 500 metros, e incluso de hasta 2 kilómetros en algunos casos. ¿Qué oportunidades abre esta posibilidad para los proyectos colectivos?

R.- En general, es posible compartir la energía producida, por ejemplo en una planta solar fotovoltaica, con consumidores localizados hasta 500 metros de distancia, sin pagar por el uso de la red eléctrica de baja tensión de la empresa distribuidora. Es decir, como si la energía se estuviera generando directamente en la propia instalación del consumidor, sin pagar ningún cargo adicional. En el caso de que la producción solar se ubique en tejados, estructuras o suelo industrial, entonces se podría compartir hasta a 2 kilómetros de distancia, lo que amplía las posibilidades de encontrar más usuarios para repartir la electricidad.

El mercado eléctrico está sufriendo una importante transformación en los últimos años gracias a la creciente penetración de energías renovables en el mix nacional

José María Yusta

P.- ¿Por qué no es rentable actualmente vender excedentes a la red? ¿Tiene más sentido, entonces, centrarse en consumir la energía que uno mismo genera?

R. – El mercado eléctrico está sufriendo una importante transformación en los últimos años gracias a la creciente penetración de energías renovables en el mix nacional. En particular, el rápido desarrollo de la energía solar fotovoltaica ha traído como consecuencia la reducción de los precios horarios del mercado en las horas centrales del día, coincidiendo con los periodos de mayor radiación solar.

Por tanto, han caído los ingresos por la venta a la red eléctrica de los excedentes de las instalaciones de autoconsumo. Así, se recomienda dimensionar las instalaciones de generación para obtener un porcentaje de autoconsumo superior al 80%, ya que instalar más paneles solares de los necesarios no redundará en beneficio económico para el usuario, sino en un plazo más largo para recuperar su inversión.

P.- En los últimos años, los costes de las instalaciones solares fotovoltaicas se han reducido notablemente. ¿Qué papel juegan las baterías de almacenamiento en este nuevo escenario? ¿Estamos cerca de que sean competitivas?

R. – Las baterías eléctricas están bajando rápidamente de precio, y su futura utilización permitirá extender la autosuficiencia energética de los proyectos de comunidades energéticas. El almacenamiento es un elemento clave para acelerar la transición energética, tanto a escala de sistema eléctrico nacional, permitiendo resolver la intermitencia de las energías renovables, como a nivel de consumidor final, que podrá cubrir un porcentaje mayor de su consumo gracias a la instalación de energía solar y baterías. Así, ya existen consumidores residenciales e industriales que están instalando baterías para reducir su dependencia de la red eléctrica, incluso asumiendo el sobrecoste de la inversión.

P. - Uno de los objetivos es que estos proyectos sean sostenibles en el tiempo, incluso sin subvenciones. ¿Qué factores deben tenerse en cuenta desde el inicio para garantizar su viabilidad?

R. – Los proyectos de autoconsumo solar fotovoltaico son rentables por sí mismos, sin necesidad de subvenciones, siempre que se consuma localmente la mayor parte de la energía eléctrica que se está produciendo. Pero es necesario que la instalación esté bien dimensionada, correctamente ejecutada con materiales de calidad, y se asegure también un buen mantenimiento durante su vida útil, que puede alcanzar los 30 años.

P. - Actualmente, el desarrollo normativo de las comunidades energéticas en España está todavía en proceso. ¿Qué implicaciones tiene esto para quienes quieren impulsar una comunidad energética hoy?

R. – En 2023 el Gobierno español presentó un proyecto de Real Decreto de comunidades energéticas, que todavía no ha sido aprobado en Consejo de Ministros. Aunque es un texto que no resuelve todas las barreras regulatorias, representaría un notable avance para los proyectos de comunidades. En particular, se considerarán miembros de una comunidad de energías renovables a los habitantes en municipios de menos de 50.000 personas que cuenten con un contrato de luz a su nombre, sin limitación de distancia, lo que favorecería mucho los proyectos en el ámbito rural.

En el mismo borrador, para municipios de más de 50.000 habitantes, se podrían considerar miembros de una comunidad energética a todas las personas en un radio de cinco kilómetros del primer proyecto de producción de energía de la comunidad. Entre tanto se aprueba el mencionado proyecto legislativo, el instrumento legal que está ya facilitando el desarrollo de iniciativas colectivas de energía es el autoconsumo colectivo, recogido en el Real Decreto 244/2019.

Cualquier consumidor con un proyecto de autoconsumo de energía eléctrica puede conectar su instalación de producción con la de consumo mediante una línea eléctrica directa

José María Yusta

P. - Las líneas directas entre centros de producción y consumo abren nuevas posibilidades, especialmente en proyectos de mayor escala. ¿Quién puede beneficiarse de este tipo de infraestructuras?

R. – Cualquier consumidor con un proyecto de autoconsumo individual de energía eléctrica puede conectar su instalación de producción con su instalación de consumo mediante una línea eléctrica directa, sin limitación de distancia. Muchas empresas industriales están aplicando esta solución para transportar energía renovable desde un parque eólico o un parque solar hasta su factoría, reduciendo así su dependencia de la compra de energía de la red eléctrica.

P. - Aragón está siendo pionera en el intento de transponer la directiva europea que permite que una línea directa conecte varios centros de consumo. ¿Qué aplicaciones prácticas puede tener esta medida?

R. – La Ley aragonesa 5/2024, de medidas de fomento de comunidades energéticas y autoconsumo industrial en Aragón, es una propuesta ambiciosa para que los beneficios de las energías renovables reviertan localmente en el territorio. Entre sus fines se encuentra favorecer el autoconsumo, incrementando el nivel de autoabastecimiento y la mejora de la competitividad industrial.

El capítulo octavo tiene por objeto incorporar al ordenamiento aragonés determinadas normas del derecho comunitario, regulando la definición de líneas directas íntegramente ubicadas en el territorio de Aragón, sus objetivos y tipología, los criterios determinantes para su autorización y su funcionalidad en el autoconsumo sin excedentes, individual o colectivo.

Específicamente, se indica que cualquier cliente de una empresa eléctrica en territorio aragonés, individual o conjuntamente, puede recibir suministro de electricidad mediante una línea directa que discurra íntegramente por territorio aragonés de los productores y empresas de suministro de electricidad en Aragón. La posibilidad de que las líneas directas puedan ser también conjuntas permitiría ampliar notablemente el alcance de los actuales proyectos de autoconsumo y abastecer masivamente a los polígonos industriales con energías renovables.

P. - ¿Qué apoyos ofrece la OTC Aragón Energía Propia, con la que colabora, para impulsar estos proyectos? ¿Cuál es el valor añadido del acompañamiento técnico y económico que proporciona?

R. – La OTC Aragón Energía Propia ofrece un valioso apoyo técnico, económico, jurídico y administrativo para quienes estén considerando impulsar una comunidad energética. Su asesoramiento es independiente y sin interés comercial, y permite a los ciudadanos tomar decisiones informadas sobre su consumo energético. Este acompañamiento garantiza una guía experta en todas las fases del proceso, lo que representa un valor añadido fundamental para avanzar hacia un modelo energético más propio y sostenible.