Zaragoza
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El Gobierno de Aragón da por descartada la ampliación del número de domingos y festivos de apertura de grandes superficies y ya trabaja en una solución intermedia que satisfaga las necesidades del comercio.

Desde la Dirección General de Comercio se ha optado por una solución intermedia al no contar con una mayoría parlamentaria en las Cortes de Aragón. Como ocurre con cualquier ley, el PP requeriría los votos de Vox, que no estaría predispuesto a tratar una ampliación del número de festivos de apertura, ni se quiere abrir un nuevo frente con sus exsocios cuando ni siquiera se ha empezado a hablar del presupuesto.

En estos momentos, los servicios jurídicos del Gobierno aragonés abordan las vicisitudes de esta solución media con el objetivo de lanzarla antes de final de mes y que esté en vigor en el próximo 2026.

El pasado jueves, el Observatorio Aragonés de Comercio debatió sobre la posibilidad de ampliar el número de festivos y se votaron hasta cuatro propuestas: mantener los 10 días actuales, aumentar a 16 de forma directa, incrementar a los mismos 16 progresivamente, y una liberalización total.

Entonces, 15 de los 19 miembros presentes apoyaron la ampliación a 16 días, mientras que 4 optaron por no abordar cambios (Ecos, CCOO, UGT y el pequeño comercio de Teruel). En todo caso, esta decisión no era vinculante.

Sin embargo, para llevar a cabo esa ampliación de 16 días, el Gobierno aragonés debería aprobar un Decreto y llevarlo a las Cortes de Aragón, que tendrían que dar su visto bueno.

En los últimos 15 años han sido diversos los cambios que se han producido en la legislación aragonesa. En 2011, el Gobierno de Rudi ya aumentó de 8 a 11 los días de apertura. Después, en 2016, Lambán lo redujo a diez días, aunque un año más tarde permitió que las tiendas de menos de 300 metros cuadrados tuvieran libertad para abrir cuando desearan.

Ahora, el Gobierno de Azcón lleva meses estudiando la fórmula adecuada para favorecer una mayor liberalización del comercio, pero sin afrontar un giro radical que obligue a pasar por las Cortes, donde el PP sufre la dependencia de Vox.

El debate se ha reactivado en los últimos días, sobre todo a raíz de la publicación de un informe de la Cámara de Comercio que avala una liberalización total similar a la de Madrid. Según sus datos, la apertura del máximo número de festivos, como hace Madrid, habría generado un impacto económico de casi 230 millones de euros y la creación de más de mil empleos.

El Gobierno aragonés ha acogido con los brazos abiertos este informe, del que creen que “será muy útil” para “tomar decisiones basadas en datos”. “Rompiendo falsas creencias, esa liberalización beneficia a todos, incluso a los que libremente decidan no abrir. Estamos hablando de libertad, no de prohibición o de obligación, sino de libertad. Hasta los comercios que libremente decidan no abrir van a salir beneficiados”, sostenía Herrarte.

Sin embargo, no todos los actores optan por la misma idea. La Unión de Consumidores rechaza estos planteamientos al considerar que “solo beneficia a las grandes superficies” y podría dañar de muerte a los establecimientos de todo el territorio.

En cualquier caso, la decisión final apunta a no dilatarse mucho en el tiempo, ya que el objetivo es aprobarlo antes de final de mes y que entre ya en vigor en el próximo 2026.