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El debate sobre la apertura del comercio en domingos y festivos vuelve a escena. Desde el Gobierno de Aragón pretenden ampliar el número de días que pueden abrir las tiendas a lo largo del año, pese a que pueden encontrarse con la severa oposición de trabajadores y dueños del pequeño comercio, que no están por la labor de abrir más días ni consideran que sea beneficio para ellos y que creen que solo va destinada a las grandes superficies.

Sara pone voz en EL ESPAÑOL DE ARAGÓN a los trabajadores del pequeño comercio. Es dependienta de una tienda del centro de Zaragoza, y no ve apropiado que se tengan que alargar los contratos para trabajar el domingo. “Es un día de poca venta y largo para el trabajador, y si has trabajado toda la semana es muy pesado. El descanso es entre semana y no lo notas tanto”, afirma.

En esta tienda, hubo una época donde optaron por abrir algunos domingos y festivos, pero enseguida vieron que no era rentable. “Tendría que ponerse toda la zona en consenso, porque cuando estuvimos abiertos, sólo éramos nosotros, y era un día muy largo”, apunta.

Misma opinión comparte Sonia, trabajadora de otra tienda en el centro de Zaragoza, que ya tiene suficiente con trabajar de lunes a sábado. “No haces vida. Estás todo el día trabajando, y más los comercios que tienes horario de partido. No da tiempo a nada”, resalta.

En su caso, Sonia ya trabajó los domingos en una gran superficie hace unos años, y cree que no merece la pena. “Me parece excesivo trabajar un domingo y cerrar a las 22.00. No tiene lógica”, explica.

Actualmente, la ley aragonesa permite a estas grandes superficies la apertura en diez domingos y festivos, de los cuales los ayuntamientos tienen potestad para cambiar dos. En cambio, los comercios de menos de 300 metros cuadrados y los ubicados en zonas de especial influencia turística, como el Casco Antiguo de Zaragoza, pueden abrir en cualquier momento.



Pese a ello, muchos pequeños comercios del centro de Zaragoza desisten directamente de abrir los domingos. María, propietaria de Loscos 1973, dice directamente que no les interesa. “Sería más para las grandes cadenas que para el pequeño comercio, que tienen cafetería y de todo, pero a nosotros no compensa abrir”, sostiene.

Misma opinión comparte María José Ortiz, de Duetto Moda, que rechaza la idea de que se venda más en domingo, y menos como para pagar otro sueldo. “Si yo estoy sola y tengo que estar aquí de lunes a domingo… No es como El Corte Inglés, con gente contratada por dos duros que le hacen ir los domingos. Yo no puedo hacer eso”, expone.

Pero desde el Gobierno de Aragón están convencidos de que es la solución ante el “reto inédito” de competir con las plataformas digitales. “Ante esta situación excepcional tenemos que reaccionar con urgencia, contundencia y sobre todo con unidad”, resalta la directora general de Comercio, Carmen Herrarte.

Para defenderlo, el Gobierno aragonés se basa en un informe de la Cámara de Comercio de Zaragoza, que avala la apertura de comercios en festivos. Según sus datos, la apertura del máximo número de festivos, como hace Madrid, habría generado un impacto económico de casi 230 millones de euros y la creación de más de mil empleos.

“Rompiendo falsas creencias, esa liberalización beneficia a todos, incluso a los que libremente decidan no abrir. Estamos hablando de libertad, no de prohibición o de obligación, sino de libertad. Hasta los comercios que libremente decidan no abrir van a salir beneficiados”, sostiene Herrarte.