Los andamios, en el interior de la basílica del Pilar. E. E.
Llegan los andamios al interior de la basílica del Pilar: así se trabaja para arreglar la dañada cúpula de Ramón Bayeu
El pasado martes comenzó a colocarse una plataforma que permitirá analizar con detenimiento las afecciones de la bóveda, que sufrió un desprendimiento en marzo.
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Andamios en las torres y ahora, también en el interior. La basílica del Pilar luce estos días una imagen nada habitual que, lejos de quedarse en una simple anécdota, va a acompañar a quienes visiten a la Virgen durante varias semanas. A los colocados en las torres de Nuestra Señora del Pilar y Santiago se ha unido, desde este martes, la plataforma que permitirá analizar con detenimiento los daños en la cúpula de Ramón Bayeu, de la que se desprendió un fragmento que dejó un herido leve a finales de marzo.
El Cabildo ha cumplido escrupulosamente sus propios plazos y ha actuado nada más acabar las procesiones de Semana Santa en el templo. La plataforma en planta baja que ha comenzado a colocarse se apoya sobre cuatro columnas, una fórmula que permitirá a los técnicos acercarse a la bóveda para estudiar su "situación real" con detenimiento y poder elaborar el correspondiente proyecto.
El episodio vivido hace prácticamente un mes obligó a acordonar el entorno por precaución, una decisión que alteró, también, la movilidad en el interior de la basílica, por la que cada día pasan miles de turistas, zaragozanos y vecinos de otros puntos de Aragón.
Hasta ahora, los visitantes podían seguir entrando por la puerta baja -la más utilizada durante todo el año y, por consiguiente, la más importante-, pero solo podían salir por el acceso más cercano a la iglesia de San Juan de los Panetes. Esto cambia con la instalación de la plataforma, que sorprendió a quienes se acercaron al templo con motivo del Día de Aragón.
Ayer, de hecho, ya se permitía entrar y salir por la misma puerta y se pedía a los fieles circular "pegados a la derecha" para garantizar el paso en ambos sentidos. Junto a ellos, unos grandes andamios con cintas en las que se leía 'Prohibido el paso, disculpen las molestias'.
Estado actual de la cúpula dañada. E. E.
La previsión es ir avanzando de noche para minimizar las afecciones al día a día de la basílica. Los trabajos recibieron luz verde la pasada semana en la Comisión de Obras del Cabildo. Las tareas se acompasarán con el arreglo de las torres, que sigue su curso. La de Nuestra Señora del Pilar está totalmente 'vestida' de andamios, una estructura que también va a buen ritmo en la de Santiago, probablemente la más dañada por el paso del tiempo y el efecto de las palomas. De hecho, los operarios seguían trabajando este miércoles por la tarde a pesar de tratarse de un día festivo.
Las actuaciones
Desde el Cabildo aseguraban ya la pasada semana que se está actuando con celeridad y que estos, dada la magnitud de los trabajos, son los plazos habituales, ya que antes de acometer cualquier actuación hay que elaborar un proyecto que concrete los pasos a seguir.
Las primeras impresiones del arquitecto del Cabildo, Javier Ibargüen, apuntan a que habrá que actuar en la bóveda "en su conjunto", ya que al margen de la superficie afectada "hay otra grieta que enlaza con una fisura", algo que pudo comprobar él mismo con una inspección ocular a la cúpula horas después del desprendimiento.
Arreglar los desperfectos requerirá, previsiblemente, de un importante desembolso, inversión que se unirá al presupuesto necesario para reparar las torres -alrededor de un millón de euros por cada una- y que ha llevado a la Iglesia a hacer un llamamiento "serio" a la solidaridad de empresas y administraciones públicas, ya que esta situación comienza a sobrepasar a un Cabildo que, por el momento, asumirá con fondos propios las labores en las torres de Nuestra Señora del Pilar y Santiago.