Una de las momias expuestas en el museo de Quinto (Zaragoza)

Una de las momias expuestas en el museo de Quinto (Zaragoza)

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Quinto, el pueblo con 2.000 vecinos y un museo de momias único en España: "Llegan de 50 países y 6.000 turistas al año"

Esta localidad de Zaragoza descubrió en 2008 un enterramiento con cuerpos de 200 años perfectamente conservados.

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Zaragoza
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Entre las tierras áridas del valle del Ebro, donde las piedras guardan siglos de silencio, se alza un museo que custodia el misterio de la muerte y la huella del tiempo: el Museo de las Momias de Quinto. En el corazón de Zaragoza, este espacio único en España transforma la antigua iglesia de El Piquete en un lugar donde la historia y la ciencia dialogan con la emoción.

Sus momias, preservadas de manera natural durante siglos, no solo revelan los secretos de un enterramiento excepcional, sino que han devuelto a este pequeño municipio una nueva vida, convirtiéndolo en un referente cultural y turístico que late entre lo insólito y lo humano.

Todo comenzó a principios de los años 80, cuando la localidad apostó por la restauración de esa antigua iglesia, que quedó prácticamente destruida en la Guerra Civil. Esos trabajos se prolongaron durante más de dos décadas, hasta que en 2008 aparecieron unos enterramientos que se habían producido desde el siglo XV hasta el XIX, con muchos cuerpos momificados.

La gran particularidad de este hallazgo es que la momificación de los cuerpos se llevó a cabo de manera natural, es decir, los cuerpos no habían sido preparados para ello, sino que el paso del tiempo, la sequedad del terreno y la temperatura dentro del edificio permitieron que se hayan conservado prácticamente incorruptos desde que fueron inhumados.

De hecho, una quincena de estos enterramientos se han conservado de una forma tan excepcional que carece de precedentes en el resto del mundo, puesto que no solo el perfecto estado de los cuerpos de los siglos XVIII y XIX es lo que hoy se muestra en Quinto, sino que también sus ropajes, zapatos, ataúdes y otros complementos, conforman una exposición sin igual en el mismo lugar donde fueron inhumados.

En total, se llegaron a cuantificar 1.085 enterramientos dentro del edificio. Eran gente de alto nivel y que podía permitirse pagar para ser inhumados en la propia iglesia, algunos de ellos los capellanes, curas, o párrocos, pero también de otros colectivos.

La apuesta por musealizarlo

Desde ese momento, se inició una ardua campaña arqueológica y los cuerpos se fueron guardando en el propio edificio. Se abrió entonces un profundo debate en Quinto sobre cómo abordar este hallazgo, y fue el actual alcalde, Jesús Morales, en el cargo desde 2015, quien apostó decididamente por abrir un gran museo que sería único en España.

Ese mismo 2015 se realizó una exposición temporal que ya despertó una enorme expectación y que corroboró la relevancia que tendría abrir un gran Museo de las Momias en Quinto, aunque ello obligaba a actuar y planificar debidamente su puesta en marcha.

“No estamos hablando ni de cuadros ni de jarrones, sino de cuerpos momificados de los antepasados”, incide Morales, que entendió que la propia iglesia era el lugar idóneo tanto para la conservación de las momias como para ubicar el museo.

La restauración de la iglesia se prolongó hasta 2017 -aunque se realizan trabajos continuamente- y el 1 de junio de 2018 abrió el Museo de las Momias, el primero de España que se dedica a hablar específicamente de la momificación natural.

15 cuerpos perfectamente conservados

En él se exponen a día de hoy 15 cuerpos, siete adultos y ocho infantes, de los siglos XVIII y XIX, y que incluso conservan prácticamente todos los ropajes con los que fueron enterrados, por lo que poco a poco van obteniendo más información sobre sus identidades y condiciones de vida.

“Estaríamos hablando de los últimos enterramientos que fueron llevados a cabo en el edificio. Lo sabemos fundamentalmente por la ropa y los zapatos y también porque estaban en la capa más superficial de enterramiento. Si hubieran estado abajo del todo, hubiéramos sabido que son los primeros, pero estaban en la cota más elevada”, explica Morales.

En la localidad se tenía cierta certeza de que en esa zona podía haber cuerpos enterrados, pero no se imaginaban que podía alcanzar estas cotas y que estuvieran en tan buen estado. “Se pensaba que aparecerían restos inhumados que seguramente habría que sacar y trasladar al cementerio u otro sitio. Es cuanto ya se pica, cuando se ve la calidad de los enterramientos y del estado de conservación”, señala el alcalde y director del Museo.

Más de 45.000 visitantes de 50 países

La apertura de este museo supuso un gran revulsivo turístico para Quinto, que, con sus 2.000 habitantes, ha saltado al panorama nacional y mundial con un museo único que deja boquiabiertos a quien se adentra en esas paredes.

En estos siete años y medio, más de 45.000 personas han visitado este Museo de las Momias, alrededor de 6.000 o 7.000 al año, llegando desde 50 países, algunos de ellos tan lejanos como Noruega y Australia, de cuyas visitas todavía se acuerdan entre las paredes de la iglesia.

“Eran las Fiestas del Pilar. Una chica que vivía en Australia se casó con un australiano y tuvieron tres hijos. Vinieron de vacaciones, no les apetecía dar vueltas por la ciudad, y se vinieron a Quinto. Se quedaron flipando, se llevaron camisetas y de todo. No sé cómo les entraría todo en el avión”, cuenta Encarna, gestora y guía del Museo.

El Ayuntamiento de Quinto es el impulsor de este Museo, al que destina 100.000 euros cada año. De estos recupera directamente unos 50.000 con los que compensan los gastos ordinarios de personal y mantenimiento. El resto los aporta para distintas inversiones, mejoras o campañas de publicidad.

En continua evolución

Mientras, el Museo de las Momias se mantiene en continua evolución, tanto para atraer a más visitantes a través de su página web y redes sociales, como para mejorar la experiencia del visitante.

En las últimas semanas se ha añadido un espectáculo teatral en el interior de la iglesia, que narra la historia de Quinto y se celebra una vez al mes. De cara a 2026, se pretende abrir una exposición propia sobre los ataúdes que se han encontrado y añadir material interactivo.

Y, con ello, a por los 50.000 el año que viene.