Cuidadora atendiendo a una anciana.
La explotación laboral se dispara en Aragón con 85 víctimas: las mujeres jóvenes migrantes las más castigadas
El sector de cuidados domésticos es donde ocurren en el mayor número de casos, según el último informe de UGT.
Mujeres jóvenes migrantes en situación irregular. Este es el perfil mayoritario que presentan las víctimas de explotación laboral en Aragón. Así lo ha constatado el último informe realizado por UGT en el que se recalca el aumento sin precedentes de casos notificados en la comunidad que llega a 85 en este transcurso de 2025.
Más a fondo, Antonio Ranera, responsable de Emigración en UGT ha detallado que se trata sobre todo de mujeres de origen americano que trabajan en el empleo doméstico. Un perfil que viene "repitiéndose" año tras año.
Según recalca, un 45% tienen menos de 35 años, el mismo porcentaje que en el caso de mujeres de 36 y 54 años: "Evidencia que la explotación laboral afecta a todos los tramos de edad".
El aumento sin precedentes se debe a diversas causas, algunas referidas a últimos cambios en la sociedad española. Tal y como ha explicado Ranera, el crecimiento de la desigualdad social, la irregularidad administrativa y la escasez de espacio de acompañamiento y protección para las víctimas han empujado al aumento de hasta 37 víctimas más que en 2024.
No ha sido el único factor al que ha hecho referencia ya que ha señalado que la "ineficacia" en las políticas de cuidados dependientes es un desencadenante para la explotación laboral en este sector. Del mismo modo, ha indicado que la "inaccesibilidad y carencia" de vivienda también ha propiciado más casos.
El nuevo marco regulatorio establecido por el Gobierno de España de reducir de 3 a 2 años para solicitar la regulación en España y los flujos migratorios ha supuesto "que haya más víctimas y que quieran denunciar".
Según señala el mismo informe, la explotación sufrida por las víctimas se concreta en salarios muy por debajo de lo estipulado, jornadas laborales prolongadas y durante todos los días de la semana.
En el caso de las trabajadoras domésticas internas se ha denotado una carencia de contrato y si lo hubiera un incumplimiento del mismo, del convenio colectivo que lo regula y de la cotización a la Seguridad Social; retrasos en el abono de los salarios, violaciones de las normas de seguridad.
A todo ello se añade una falta de higiene y de prevención de riesgos laborales, tratos vejatorios y degradantes y riesgo de sufrir agresiones de toda índole.
El informe también señala que el mayor número de casos se concentran en la provincia de Zaragoza, menos un caso detectado en Teruel.
Ante todos estos factores, desde UGT proponen una evaluación de los recursos acompañado del diseño de un plan de formación para los empleadores como de un plan de acción ante los sectores económicos con más presencia de trabajo forzoso.
De cara a las víctimas, el sindicato recalca la necesidad de una mayor evaluación de la intervención que se realiza a las víctimas para evitar la revictimización y una protección integral y restaurativa.