Alicante
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Kim Smith, hoy de 64 años, vive su segunda vida tras perder todas sus extremidades por una sepsis que contrajo durante un viaje en 2017 a Alicante.

La mujer de Milton Keynes (Buckinghamshire, Inglaterra) solía venir a menudo a la Costa Blanca, según recuerda ahora el documental de Sky News The Gift sobre su caso.​

Durante unas vacaciones, Kim empezó con un dolor de espalda y síntomas de una simple infección urinaria.

Lo que parecía un problema menor se convirtió en cuestión de horas en una carrera contrarreloj al desencadenarse una reacción descontrolada del organismo a una infección que provoca fallo multiorgánico y puede ser mortal.​

Su marido la llevó a un hospital cercano. Según ha relatado la propia Kim en medios británicos, inicialmente fue enviada a casa, pero su estado empeoró de forma dramática en menos de 24 horas.

Acabó en coma inducido y pasó semanas ingresada entre España y Reino Unido hasta poder ser trasladada al Milton Keynes University Hospital, donde los médicos lucharon por su vida.​

La infección provocó que en cuestión de días se destruyera el riego sanguíneo de sus extremidades y que los médicos tuvieran que amputarle las extremidades para tratar de salvarla.

Ocho años sin manos ni piernas

Después de ocho años sin manos y sin piernas, Kim fue incluida en la lista de espera del único programa de trasplante de mano y miembro superior del Reino Unido.

Los trasplantes de mano son extremadamente raros, pues requieren no solo compatibilidad biológica, sino también un cierto parecido en tamaño, tono de piel, vello, edad y hasta rasgos visibles como pecas o tatuajes, porque la mano permanecerá siempre a la vista del paciente.

Kim pasó años de evaluaciones médicas y psicológicas y casi cuatro años en lista de espera.

El momento llegó en 2025. La cirugía se prolongó alrededor de 14 horas y se realizó en dos fases, como se ve en el documental de Sky News.

Kim estuvo inconsciente varios días tras la operación, y el equipo médico incluso llegó a comunicar a que su situación era delicada.

Pese a ello, la paciente volvió a salir adelante y a disfrutar de su nueva vida. Eso sí, ahora como zurda tras una vida entera como diestra.