Alicante
"La vida a veces es tan cabrona y perdonad la expresión, tan, tan cabrona que o te pegas cabezazos contra una pared hasta abrirte la cabeza o aguantas la embestida como puedas suplicándole a la vida que nunca jamás te vuelva a golpear así". Así comenzó hace dos días Lucía Galán, conocida por su marca 'Lucía Mi Pediatra', una reflexión en redes sociales que ha impactado por su crudeza. 
Se refería esta médica ovetense afincada en Alicante, donde tiene su trabajo, al peor de los escenarios que se avistan cuando el diagnóstico que le dan a unos padres es que su hijo o hija tiene cáncer, cuya tasa de supervivencia ha crecido en los últimos años hasta el 70% de media. 
"Y se lo suplicas arrasada por el llanto y por la pena y por la angustia y por la frustración y por el dolor INFINITO de que nunca más volverás a ver a tu hija", proseguía en un post que en apenas 48 horas ha obtenido unas 10.000 reacciones y casi 500 mensajes de duelo.

La despedida 

Esta especialista que trabaja en 'Centro Creciendo' en Alicante ciudad ha desvelado cómo se tuvo que despedir de una paciente de seis años, siendo consciente de que iba a morir pronto de cáncer.
"Y cómo madre, cómo padre, te toca despedirte de ella. De ella, una niña de seis años que se aferra a la vida más que nadie, una niña de seis años que te coge de la mano y con el convencimiento de una persona adulta te dice: 'yo de mayor voy a ser pediatra como tú, Lucía' y a ti se te hiela la sangre al escucharla y por no romper en llanto, la coges en brazos, la abrazas todo lo fuerte que eres capaz y mentalmente te despides de ella porque sabes positivamente que muy probablemente no la vuelvas a ver. Al menos, no en esta vida. Y así fue".

El regalo

A continuación se refería al regalo que le había hecho la pequeña antes de marchar. "Esta mañana han venido sus padres, sin ella, porque ella ya está en otro lugar espero que maravilloso, jugando con sus cuentos… Me dieron esta pulsera", avanza. "Esto es para ti. Lo hizo unos días antes de irse… Solo hizo a las personas con las que sentía algo especial y teníamos que venir a dártela", cuenta que le dijeron los padres de la menor.
"Nos abrazamos y lloramos. Y no fue un abrazo de una pediatra a una paciente. Fue un abrazo de dos madres, solo eso, dos madres… nada más y nada menos. Nada más y nada menos".

Cómo enfrentarse a la muerte

Como pediatra de la familia, Lucía Galán, explica cómo afrontó ese momento con los seres queridos. "Y la vida te golpea, joder si te golpea, pero hay que seguir adelante, HAY QUE SEGUIR ADELANTE". Cuenta que esta afirmación se la dijo a la madre, "separándome un poco de ella y poniendo mis dos manos en sus mejillas para que me mirara fijamente a los ojos. Esto te lo tienes que repetir como un mantra: Hay que seguir adelante", insistía.
"Siempre adelante, siempre. Por ti, por tu marido y por ella que es lo que querría, volver a veros felices. Pide ayuda, estamos aquí. Apóyate en los tuyos, en nosotros, en quien quieras, pero no vivas esto sola", añadía.
"No hay nada más terrible en esta vida que perder a un hijo. No lo hay. Desde aquí toda mi fuerza a ellos y a todos los que estáis o habéis pasado por ello.
No estáis solos".

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