En lo alto de una colina rocosa situada a 750 metros de altitud, el Castillo de Biar domina el paisaje del Alto Vinalopó, ofreciendo una panorámica espectacular de los valles y sierras que rodean al pintoresco pueblo de Biar.
Construido en el siglo XII bajo dominio musulmán, la fortaleza está reconocida como Monumento Nacional desde 1931 y destaca por su doble recinto amurallado, los cuatro cubos exteriores y la imponente Torre del Homenaje de 19 metros de altura, que conserva una bóveda almohade nervada, una de las más antiguas conocidas del ámbito militar.
Si bien cualquier época del año es ideal para visitar este monumento, el castillo en otoño tiene un encanto especial.
En esta estación del año, el clima es fresco y agradable, la naturaleza circundante se tiñe de tonos rojizos y dorados, y la afluencia de turistas disminuye, permitiendo disfrutar en calma de este espacio lleno de historia.
Caminar por sus murallas y contemplar desde lo alto el entramado de calles sinuosas y el mosaico de tejados del casco medieval de Biar es una experiencia que transporta al visitante a otra época.
Experiencia cultural
El recorrido por el Castillo de Biar es ideal para quienes buscan combinar cultura, naturaleza y tranquilidad.
Además de su riqueza arquitectónica y sus paneles informativos, el visitante puede descubrir el bello casco antiguo de Biar, con calles empedradas y plazas históricas, y disfrutar de rutas de senderismo por montañas y bosques cercanos.
El acceso es sencillo, la entrada al castillo cuesta solo 1 euro y no es necesario reservar previamente. La visita se complementa perfectamente con la gastronomía local y la hospitalidad de los alojamientos rurales de la zona.
Otoño
Cualquier día del año es bueno para visitar el castillo, sin embargo, los paisajes de gran belleza que ofrece el otoño son inmejorables para la fotografía y el senderismo.
Además, podrás encontrarte con menos afluencia de turistas y ambiente tranquilo y descubrir así con calma la historia viva transmitida a través de sus muros, ideal para escapadas culturales y familiares.
Si te animas, también podrás visitar otros lugares de interés, como el Santuario de Nuestra Señora de Gracia y el Museo Etnográfico de Biar.
En definitiva, este otoño, el Castillo de Biar se revela como el destino perfecto para un viaje inolvidable en Alicante, donde el pasado cobra vida en cada piedra y la naturaleza abraza al viajero con la más cálida bienvenida.
