Alicante
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El calor del verano ya se ha ido y ya empieza una de las mejores épocas del año para los amantes de la naturaleza.

En este sentido, la provincia de Alicante alberga lugares con mucho encanto y perfecto para irse de rutas durante el fin de semana.

Concretamente, si hay un lugar capaz de cautivar a cualquier amante de la naturaleza en Alicante, es el Barranc de l’Infern.

En otoño, cuando las montañas se tiñen de ocres y el aire fresco invita a caminar despacio, este rincón se convierte en el mayor espectáculo para quienes buscan desconexión y aventura en estado puro.

La provincia alicantina, diversa y sorprendente, regala rutas donde el silencio de la sierra se mezcla con la historia y la vida rural de sus pueblos, pero es aquí donde la experiencia cobra una dimensión épica.​

Un sendero precioso

El Barranc de l’Infern, conocido como la "catedral del senderismo", es una ruta circular de unos 14 km que comienza y termina en la Vall de Laguar.

El camino serpentea por barrancos profundos, pasa entre aldeas que parecen detenidas en el tiempo y atraviesa cientos de escalones de piedra tallados por los antiguos habitantes moriscos.

A cada paso, los paisajes de la Marina Alta sorprenden con su autenticidad: fuentes ocultas, bosques de castaños y bancales cultivados que recuerdan el valor de la tradición agrícola.

En otoño, la luz y el contraste de colores hacen del recorrido una experiencia para los sentidos.​

Naturaleza en estado puro

El sendero, exigente en algunos tramos (cerca de 800 metros de desnivel y 6.800 peldaños), no es solo un reto físico, sino la puerta de entrada a la belleza salvaje de Alicante.

Cada subida ofrece vistas que cortan la respiración, mientras que los descensos se convierten en encuentros íntimos con el corazón de la sierra.

La fauna y la flora local acompañan en silencio, y el eco del agua en los cañones recuerda que el Barranc de l’Infern es también refugio y vida.

Es una ruta para quienes desean sentir la naturaleza desde dentro, admirar y respetar su fuerza imparable.​

Para todos los estilos

La ruta no es la única joya otoñal alicantina, pero sí la más legendaria; y para quienes prefieren opciones más suaves, en la provincia esperan rutas como la Font Roja, el paseo ecológico de Calp a Benissa o los itinerarios guiados en Alicante ciudad.

Los senderos más urbanos, como los organizados por “Senderos de Otoño”, permiten descubrir los parques y árboles singulares del casco histórico y el entorno de La Ereta, perfectos para compartir y aprender en grupo.​

Consejos finales

Antes de calzarse las botas, conviene comprobar la previsión meteorológica y apostar por el sentido común: el otoño en Alicante puede traer cambios de tiempo; llevar agua, fruta y móvil es esencial.

El Barranc de l’Infern no solo es un reto personal, sino una invitación a reconectar con la tierra y la historia.

Allí, entre montañas y fuentes, se esconde el paraíso de los amantes de la naturaleza, mucho más cerca de lo que parece.​

Este otoño, Alicante espera con los brazos abiertos y la promesa de paisajes inolvidables. No te pierdas la oportunidad de sumergirte en uno de los lugares más genuinos de la provincia, donde el senderismo es arte y aventura, y cada paso cuenta una historia que solo la naturaleza sabe relatar.​