En una de las muchas rutas de montaña de Alicante hay una piedra especial. Un pequeño monumento ubicado entre los campos de almendros de la localidad de Relleu significó en su día la paz entre la Corona de Castilla y la Corona de Aragón y el punto que delimitaba sus territorios.

El monolito conmemora el Tratado de Almizra firmado el 26 de marzo de 1244 entre los dos reinos. El acuerdo de paz establece los límites del antiguo feudo de Valencia y es una de las causas de porqué en el norte de la provincia el valenciano es más hablado que en los pueblos situados al sur.

Los protagonistas del pacto fueron Jaime I de Aragón y el infante Alfonso de Castilla, quien en un futuro se convertiría en el rey Alfonso X el Sabio. La división era clara: los territorios al sur de Biar-Busot-El Campello serían de Castilla, donde predomina hoy el castellano.

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El lugar de la pieza histórica es una de las zonas más transitadas por los aficionados al ciclismo de la provincia de Alicante. La famosa subida a la 'casa roja de Relleu' es un recorrido clásico que transcurre entre curvas cerradas y revueltas de dificultad media. 

La ruta supone una especie prueba de fuego para los ciclistas que buscan poner a prueba sus piernas antes de subir de categoría y enfrenarse a las montañas más duras de la provincia. Como recompensa por la subida, que debe su nombre a una característica casa roja que se encontraba en lo alto de la montaña y que ahora está derruida, lo que hace que algunos se pierdan al no encontrarla, se puede disfrutar de unas vistas panorámicas y de unos de los trozos de la historia de Alicante y de España.

En mitad del campo a unos metros de la carretera y tras una pequeña protección, los curiosos pueden hallar la importante piedra, en la que está grabada el nombre del acuerdo, los firmantes y la fecha en la que se dibujaron las fronteras de los reinos.

Tal es su relevancia que en el municipio alicantino de Campo de Mirra, donde se ofició el pacto, todos los años se hace una recreación el día 25 de agosto para conmemorar la firma del acuerdo.

El Caminito del Rey alicantino

Los visitantes que suban esta montaña de Alicante también pueden aprovechar para recorrer 'El Caminito del Rey alicantino', como se conoce a una pasarela de listones de madera que se suspende en el aire y que finaliza en un mirador de suelo acristalado.

En la travesía por esta zona del interior de Alicante es posible encontrarse con una gran variedad de fauna. El águila perdicera forma parte del paisaje, junto a otras especies de aves y un catálogo de animales como zorros, anfibios, reptiles o jabalíes.

Por último, andar por los alrededores del pantano de Relleu, cercano a la pasarela, es otra parada casi obligada. La infraestructura del siglo XVII se encuentra "en un entorno natural de gran belleza y valor ambiental", explican desde el consistorio de la localidad. "Un horno de cal, antiguas balsas de riego, azudes y acequias" completan la aventura.