La Conselleria de Emergencia Climática y Transición Ecológica ha empezado a ejecutar las actuaciones de emergencia para la restauración ambiental postincendio en la zona de Bejís y en la Vall d'Ebo, para evitar caídas de árboles y fenómenos erosivos.

Estas intervenciones inmediatas, que se desarrollan durante el año posterior al incendio, permiten mantener el suelo que será el apoyo de la próxima cubierta vegetal, fomentan la recuperación de la fauna silvestre y de la flora autóctona, y suponen la disminución del flujo superficial de aguas a fin de evitar daños en zonas exteriores en la montaña.

El importe total de las actuaciones (Conselleria, Ministerio y Confederación Hidrográfica del Júcar) asciende a 4,2 millones de euros y tienen un plazo de ejecución de seis meses, por lo que los trabajos finalizarán en torno al mes de abril.

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Entre las actuaciones que se están ejecutando se encuentran la eliminación de árboles en ambos lados de carreteras, caminos y pistas forestales, y el apeo de árboles quemados y eliminación de los restos o bien construcción de fajinas para evitar la erosión en las vertientes. Además, se contempla la eliminación de árboles muertos que pueden suponer un riesgo fitosanitario, sobre todo en la zona del perímetro del incendio.

También se reconstruirán muros de mampostería en seco, se recuperarán bancales que antiguamente estaban cultivados para que puedan servir de alimentos a la fauna y balsas de agua, y se arreglarán pistas y caminos fundamentales para tareas agroforestales y de prevención de incendios.

Por otro lado, también se está trabajando en la restauración postincendio de Venta del Moro, y en breve se iniciarán los trabajos en Costur-Useras y Calles.

La Conselleria de Transición Ecológica destinará en el presupuesto de 2023 la mayor inversión de la historia en materia de prevención de incendios de la Generalitat, con un aumento del 42 % respecto al ejercicio de 2022 hasta alcanzar los 38 millones de euros.

El incendio que empezó en Bejís la tarde del domingo 14 de agosto ha sido el más devastador de los últimos años en la Comunidad Valenciana, obligando a desalojar varios municipios ante el avance sin control de las llamas en un perímetro de 140 kilómetros, y durante varios días coincidió con otro fuego en Alicante, en la Vall d'Ebo, que arrasó más de 12.000 hectáreas.

2022 forma ya parte de la historia como uno de los peores veranos para España, en cuanto a incendios forestales se refiere. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, hasta el 14 de agosto se han producido 50 grandes incendios forestales (más de 500 hectáreas quemadas).