Las mejores vistas de la ciudad de Alicante ya están abiertas al público. Estas se pueden disfrutar en el castillo de Santa Bárbara ahora que se puede acceder al baluarte de la Mina. Y lo hace para acompañar el atardecer con las catas de una selección de vinos y cervezas de la provincia.

La apertura de esta área de la fortaleza era un aspecto largamente deseado ya que estaba cerrada a los visitantes por las obras de restauración. Iniciadas en agosto de 2020, la que al principio iba a ser una intervención de menos de un año, se fue alargando en el tiempo y luego quedó a la espera de su presentación hasta llegar a este 2022.

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La primera cata abierta al público se ofrecía este pasado miércoles como muestra de las posibilidades por explotar de los espacios en esta fortificación. Y así lo destacaban los responsables de Esatur en esta inauguración que contó con la vicealcaldesa Mari Carmen Sánchez y diferentes representantes del sector turístico.

Comer en el cielo

Aprovechando la puesta de sol, los expertos sumilleres fueron explicando las diferencias entre cervezas más y menos amargas o las posibilidades para combinar los vinos de Alicante con aperitivos dulces como el turrón o salados como la coca amb tonyina.

Las obras de consolidación del baluarte han mejorado uno de los espacios con más vistas de Alicante.

Y todos estuvieron de acuerdo en un punto: si atractiva era la propuesta gastronómica, esta se enriquecía aún más con las vistas que ofrece el baluarte de la Mina. En el atardecer, este espacio de Santa Bárbara permite contemplar la magia de la luz de Alicante fundiéndose en el Mediterráneo.

Ganar en vistas

Este era uno de los objetivos con los que se plantearon las obras. Con ella se gana el acceso a una de las icónicas garitas que dibujan el perfil de la fortaleza. Construida en el siglo XVIII, es uno de los lugares más fotografiados de Alicante desde la vista superior del macho del castillo.

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Con el cielo despejado ver la isla de Tabarca o cómo se distribuyen las calles de la ciudad hasta llegar al Postiguet o hacia la Rambla son algunos ejemplos de los atractivos que ofrece el baluarte. Y eso añadir el mencionado cuerpo de guardia, que siempre es uno de los puntos más buscados por los miles de visitantes que recibe el castillo.

Las obras de restauración convierten las seis cañoneras en una nueva vista del casco antiguo de Alicante. Estos huecos en la muralla que se diseñaron para situar los cañones y cumplir con la misión defensiva están a ras de suelo y protegidos con cristales para evitar su acceso. 

El saneamiento y consolidación de la cara exterior e interior de la muralla es otra de las evidentes mejoras que se proponía con estas acciones. Con ellas se quería ganar también en seguridad para evitar problemas de desprendimiento por la ladera del Benacantil.

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Las tareas de restauración del baluarte de la Mina, como explica el Ayuntamiento a través de un comunicado, se han coordinado por el arquitecto y director de obra, Jaume Giner, el director arqueológico José Ramón Ortega y el jefe de obra de la empresa adjudicataria, Arpa Patrimonio, Marco Aurelio Esquembre. En ellas se ha contado con el asesoramiento y supervisión del departamento de Patrimonio Integral de la Concejalía de Cultura, que dirige José Manuel Pérez Burgos, y del jefe del departamento de Edificación y Arquitectura, Gabriel Manzanaro.