Alicante pierde otro concursante en el duro certamen de las mascletàs de las Hogueras de San Juan. La Pirotecnia Tamarit cae eliminada pese a ser la que más pólvora emplea al no llegar al tiempo mínimo exigido de cinco minutos y medio. Su alabado terremoto final se quedará fuera de las valoraciones del equipo de jueces que elegirá a la que mejor lo ha hecho en la plaza de los Luceros.

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, considera "una verdadera pena que haya quedado eliminada por no llegar al tiempo mínimo exigido en las bases de la convocatoria". En su habitual análisis de la mascletà que comparte en un comunicado del Ayuntamiento, destaca el "intenso" final aéreo de esta quinta mascletà.

El alcalde ha explicado este jueves que "por momentos parecía que temblaba el asfalto. El público ha vibrado con la emoción de la mascletà y eso es lo que importa. Que no se sientan defraudados después de esperar el disparo soportando altas temperaturas. Esos humos de colores tradicionales con los que ha comenzado la mascletà la han dotado de un clasicismo que poco a poco se ha ido difuminando hasta tomar presencia la faceta más digital".

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La vicealcaldesa, Mari Carmen Sánchez, comparte la valoración de Barcala ya que define este trabajo como "una mascletà potente que nos ha hecho temblar a todos". Los lamentos han llegado al conocerse su eliminación: "Apena que después de cómo ha disfrutado el público tenga que quedar fuera. Así lo indican las bases y a ellas hay que ajustarse. Pero, repito, me quedo con un mal sabor de boca".

Sánchez asegura que por eso "en estos momentos nos gustaría parar el tiempo porque en cuanto ha finalizado el disparo de Pirotecnia Tamarit nos hemos dado cuenta de que ya sólo resta la mascletà de mañana viernes para poner fin a un ciclo que recordaremos siempre por lo que ha significado tras dos años sin reunirnos en la plaza de los Luceros".

El principio aéreo de la mascletà que este jueves ha disparado Pirotecnia Tamarit lo han conformado tres fases con humos de colores tradicionales como el violeta, verde o naranja. A estas se les ha unido una cuarta, con una secuencia digital aéreo-terrestre. Ha sido el enlace necesario para llegar al cuerpo central, que ha tenido seis fases acompañadas por fuego aéreo. El tiempo del disparo ha sido de 5 minutos y 17 segundos cuando el mínimo reglamentado es de 5 minutos y 30 segundos.

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El terremoto final terrestre ha dado paso a un potente bombardeo aéreo, corto en el tiempo pero de una notable intensidad. Para conseguirlo han sido necesarios 136,223 kilos de masa explosiva, 6 más que el récord de esta edición marcado el miércoles. Con ello ha conseguido emocionar al público que ha abarrotado los alrededores de la Plaza de los Luceros.