Francisco Page Collados (Rigaborda, 1944) o 'Paquito' es el mayor coleccionista de teléfonos de Alicante: casi 1.000 ejemplares forman su colección. La vida de este manchego, afincado desde hace décadas en Alicante, siempre ha estado vinculada a las telecomunicaciones.

Con dos latas de tomate y una cuerda hizo su primer experimento, un teléfono de juguete con el que poder comunicarse con su primo. Ya de niño supo que se quería dedicar al sector de la comunicación. Dejó esta pedanía conquense de Sotorribas para irse hasta Madrid, donde aprovechó para formarse y trabajar. En 1961 entró a formar parte de la plantilla de Standard Eléctrica S.A, empresa española dedicada a la fabricación y montaje de aparatos telefónicos.

Jerez de la Frontera, Cádiz, Chiclana, Chipiona, Sevilla, Córdoba, Málaga, Jaén, fueron algunos de los destinos que visitó Page como experto en telecomunicación. Todavía recuerda cuál fue su primer proyecto, una ampliación de nuevas líneas telefónicas en el equipo de conmutación automático, uno de los primeros en España.

Francisco Page junto a parte de su colección.

Su destino: Alicante

La próxima parada la hizo en Alicante, donde no solo creció en el ámbito laboral, sino que también se enamoró de una telefonista del cuadro interurbano, con la que se casó, formó una familia y tuvo dos hijos. "Mi primera intervención en la ciudad alicantina fue el paso de la numeración telefónica de cinco a seis cifras", explica Page en una entrevista para Historias de la Telefonía en España. Trabajó en ciudades como Elche, Elda, Alcoy o Benidorm, hasta donde llevó la numeración telefónica y las automatizaciones.

Casado y con un hijo, Francisco Page quiso probar suerte como empresario. Dejó su puesto en la empresa referente en telefonía y abrió su propio negocio: 'Teleydata Comunicaciones S.L.', una empresa que estuvo en funcionamiento hasta el año 2010. En esa época, el manchego era el único distribuidor en España de la British Telecom, una empresa de comunicación británica. Llegó a ganas hasta 500.000 pesetas como premio a sus ventas como distribuidor. 

La primera gran instalación la hizo en el Hotel Meliá, donde puso en marcha una centralita y un sistema de correo neumático de 25 estaciones totalmente automatizado. Destaca también su trabajo en el edificio Riscal de Alicante, y en otros hoteles valencianos como la ya desaparecida cadena Sidi Hoteles. El coleccionista recuerda con cariño una anécdota de Pedro Zaragoza Orts, antiguo alcalde de Benidorm. Cuenta que don Pedro le regaló un "teléfono de estilo" una vez que fue a hacer un trabajo al palacio de la Diputación de Alicante. 

Dos de los ejemplares de la colección de teléfonos de Page.

Para la Diputación alicantina, Page hizo algunos trabajos más como la instalación de una red de radiotelefonía para comunicar los parques de bomberos de la provincia de Alicante, lo posteriormente se convertiría en el Consorcio de Bomberos. El manchego fue además quien se encargó de poner en marcha el servicio del 085, actualmente 112, así como también el 080 de Bomberos del Ayuntamiento de Alicante.

La empresa de Francisco, Teleydata Comunicaciones S. L., supo adaptarse bien a la evolución de la tecnología, ya que pasó a instalar los 'Call Center' de importantes empresas de la Comunidad Valenciana, como Caja de Ahorros del Mediterráneo y Bancaja. 

Un 'museo' del teléfono

Ejemplar de la colección de teléfonos de Page.

Francisco siempre ha sido un apasionado de la historia de la comunicación. Por eso lleva coleccionando teléfonos más de medio siglo. El más antiguo de su colección es una pieza del año 1902.

Muchos de los teléfonos los ha conseguido deambulando por los mercadillos de la provincia de Alicante. Tiene de todos los colores, formas y tamaños. Con casi un millón de ejemplares, Page decidió donar su tesoro más preciado a la Escuela Politécnica de Cuenca de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). 

La exposición 'Teléfonos, guías y otros equipos antiguos' trajo de vuelta los aparatos telefónicos de Page a la ciudad de Alicante. Al coleccionista siempre le ha gustado compartir su tesoro, su propio 'museo' del teléfono.