Alicante

En cuanto a cuevas, se refiere, la provincia de Alicante cuenta con algunas cavidades que pueden ser de lo más interesante para visitar, sobre todo para los amantes de la espeleología. La Cueva de Adsubia, en el municipio de Adsubia; las del Canelobre, en Busot; la Cueva del Rull, en Vall d’Ebo o la Cova Tallada, en Jávea, son algunos ejemplos de ello.

Pero el lugar se vuelve todavía más interesante y misterioso cuando encuentran restos humanos en el interior de una de ellas, es el caso de la Cueva de las Calaveras, situada en el municipio de Benidoleig, un pueblo de poco más de mil habitantes.

La Cueva de las Calaveras cuenta con más de 900 metros de longitud y dos zonas bien diferenciadas, una seca y accesible y otra que tiene la entrada prohibida porque está inundada. La versión oficial cuenta que en el siglo XVII unos espeleólogos estaban en medio de una expedición cuando se encontraron los restos de doce personas en el interior de la gruta, y esta pasó a llamarse así.

Pero no ha sido lo único que han encontrado en su interior, porque la presencia de otros restos como huesos encontrados, piedras que posiblemente se utilizaron para cocinar, restos de sílex, hachas y hasta puntas de flecha, demuestran que por ella pasaron individuos de la especie de los Hommo Sapiens.

Así es la Cueva de las Calaveras por dentro. Cueva de las Calaveras

La leyenda de Ahli

Según cuenta una leyenda los restos óseos pertenecerían a un rey árabe llamado Ahli Moho y a las 150 mujeres con las que estaba casado en tiempos del Cid Campeador. El caballero castellano, también conocido como Rodrigo Díaz de Vivar, habría dado la orden de capturar y matar a todos los moros del territorio de Valencia.

Por miedo a que el Cid cumpliera sus amenazas, el rey Ahli Moho decidió huir de su palacio con toda su familia para refugiarse en el municipio de Benidoleig. Pero como es evidente, la historia terminó en tragedia.

El ‘chivatazo’ de algún vecino terminó alertando a las tropas del Cid de que una gran familia había elegido la cueva para huir de don Rodrigo. Finalmente, las tropas militares encontraron la entrada a la gruta, y allí acabaron con la vida del rey moro y de las 150 mujeres con las que se había casado. Los escritos del Corán, del libro sagrado del Islam, permiten a los hombres casarse hasta con cuatro mujeres. Sin embargo, las mujeres tienen prohibido estar con más de un hombre porque se considera pecado. 

Otra de las historias populares añade un detalle sobre el orden de los huesos. Las calaveras se encontraron formando un gran círculo, en cuyo interior se encontraban los restos de Ahli Moho y de la primera de sus esposas.

Sin embargo, muy lejos de esta historia se encuentra la versión oficial, que afirma que los restos de doce personas, y no de más de un centenar, podrían pertenecer a unos agricultores musulmanes de la época medieval que quedaron atrapados cuando intentaban sacar agua de allí. En 1768, el botánico y viajero, Antonio José Cavanilles, ya describió en su cuaderno la naturaleza de la Cueva de las Calaveras.

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