Un hombre de 38 años ha sido detenido en Elche por golpear a su padre en presencia de los agentes de la Policía Local de la localidad y amenazarle en repetidas ocasiones. El agresor increpó a su progenitor con frases como "eres un maltratador, te voy a matar, no vas a vivir más o se te ha acabado la vida", a la vez que los agentes trataban de calmarlo y separar a las partes.

Según ha explicado el cuerpo policial en un comunicado, los hechos tuvieron lugar el pasado mes de septiembre, cuando una dotación policial fue requerida en el camino del Cementerio Nuevo de Elche por la presencia de un hombre desorientado con diversas heridas.

Así, como ha revelado la Policía, los agentes localizaron al agresor caminando por el arcén de la carretera cercana al camposanto con heridas abiertas en el brazo y la pierna derecha.

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Además, pudieron observar como avanzaba en estado de embriaguez, ya que pronunciaba "frases incoherentes", según la Policía Local de Elche. La patrulla lo trasladó al domicilio de sus padres, que indicaron que su hijo padecía una depresión y que, junto a la ingesta de alcohol, solía tener un comportamiento
agresivo.

Una vez relajada la situación el padre se dio la vuelta y el hijo, sin mediar palabra,
se abalanzó por detrás de él y le propinó varios golpes en ambas partes de la
cara y en la espalda, además de amenazarle de muerte. Posteriormente, el hombre fue reducido, detenido y trasladado a dependencias policiales.

Apuñalado con una botella

Agentes de la Policía Local de Elche detuvieron, también en septiembre, a un varón de 17 años por agredir a un agente fuera de servicio con el cristal de una botella fracturada al impedir la huida en un robo.

Mientras el agente circulaba con su vehículo particular por la calle Puerta de Alicante observó a un varón con capucha y el rostro cubierto que portaba en su mano una botella de vidrio mientras discutía y daba voces al que parecía ser el responsable del establecimiento 24 horas que estaba justo detrás de ellos.

El propio agente fuera de servicio vio segundos más tarde cómo rompía la botella contra el suelo y empuñaba el cuello de vidrio. El implicado se abalanzó contra el policía, que se había acercado al lugar, y le clavó el cuello de la botella en el abdomen e inició la huida.

El agente inició una persecución hasta que lo alcanzó en la Plaza Jaime I, donde volvió a pedirle que cesara en su actitud, pero el sospechoso se puso en guardia con los brazos en alto y puños cerrados, con la intención de volver a agredirle. Finalmente, pudo reducirlo tras oponer gran resistencia.