Alicante

Este pasado lunes por la tarde, mientras Alicante sucumbía a una tormenta de granizo que hacía tiempo que no se veía, representantes de trabajadores y de empresarios no se mojaban en la mesa de negociación por el nuevo convenio colectivo del metal en Alicante tras la primera jornada de huelga el pasado 18 de noviembre.

Del encuentro salieron, ambas partes, con la certeza de que no se cumpliría el dicho de que después de la tormenta siempre llega la calma. Porque llegó el martes y, sin novedades, transcurrió la nueva huelga convocada por UGT y CC. OO. para 36.000 empleados en toda la provincia. Se desarrolló, eso sí, sin los incidentes registrados en Cádiz. 

El símil meteorológico no acaba aquí. Desde la patronal se viene insistiendo en que no es de recibo el desafío sindical para lograr una subida salarial ante la "tormenta perfecta" que atraviesa el sector. Explica a este medio Luis Rodríguez, secretario general de Fempa, "que no es el momento" ante la carestía y encarecimiento de materias primas, en el plano internacional, y de los costes eléctricos, en el nacional. 

Por su parte, los sindicatos mayoritarios responden con una "cascada de movilizaciones", como se están viendo también en Toledo y la ciudad andaluza, que van encaminadas hacia un final de noviembre "caliente". Pedro Santiago, secretario general de UGT FICA (Federación de Industria, Construcción y Agraria) recuerda que la negociación "no es de ahora", sino que viene de 2019, cuando caducó el último convenio.

Desde entonces han intentado mejorar sus condiciones, pero la pandemia paralizó cualquier intento en 2020 y este 2021, pese a un preacuerdo que hubo a mediados de año, cuya ruptura achacan a un cambio de postura de última hora de la patronal, el pulso continúa. 

Movilización de los sindicatos en la tarde del pasado martes por las calles céntricas de Alicante para visibilizar su disconformidad con la patronal.

Del éxito al fracaso de la huelga

La segunda jornada de huelga de este martes ha sido un éxito para los sindicatos y un fracaso para la patronal. Para unos, el 90% de los trabajadores la ha secundado, según Fempa, el 9%. ¿Habrá una tercera huelga? Ambas partes no lo descartan, por lo que es posible, aunque sin fecha de momento. 

Sobre la mesa, los mismos términos que al principio, UGT y Comisiones exigen una subida salarial para no soportar ellos solos la otra gran subida, la del IPC, explica Miguel Ángel Cerdá, de CC.OO, "lo que nos haría perder poder adquisitivo". La propuesta pasa, acordada con UGT, en que el trabajador soporte la mitad del incremento de los precios, y los empresarios la otra mitad

"La factura de la inflación no la pueden pagar solo los empresarios", responde el representante de la patronal. "No queremos trasladar al convenio el factor del IPC con en episodio alcista", sostiene. Luis Rodríguez tampoco quiere oír hablar de ordenar los sistemas de incentivos de las empresas, como pretenden los sindicatos.  

Según sostienen estos, vienen teniendo "muchos problemas en numerosas empresas" que pagan desde hace tiempo "el mismo incentivo" y "lo que pedimos es que haya una revisión anual y no quieren". Pero para Fempa, el "mínimo" de los incentivos ya lo marca el actual convenio, que recuerda está "prorrogado".

"Se trata de una fórmula para erosionar la facultad de la dirección de las empresas para que los empresarios tengan que pactar previamente con trabajadores los incentivos", sostiene Rodríguez. 

Con estos argumentos, uno de los sectores más importantes de la provincia, sigue en la encrucijada. Desde IBI, donde el convenio del metal engloba a una parte de los jugueteros, a Alicante ciudad, donde destacan las telecomunicaciones, sin olvidar a electricistas, fontaneros, siderurgia o naval, entre otros. 

"Es en las mesas de negociación colectiva donde se tienen que dirimir las diferencias", defiende el representante de la patronal. "Les hemos hecho varias ofertas y no han variado su postura", asume Miguel Ángel Cerdá, de CC. OO. "Está claro que los empresarios tienen que ganar dinero, pero nosotros también", concluye Pedro Santiago, de UGT. 

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