El Deportivo Eldense lo tiene en su mano. El conjunto azulgrana ya está a sólo 90 minutos, o 180 en el peor de los casos, de regresar casi seis décadas después al fútbol profesional tras empatar en el primer partido de la final ante el Castilla (1-1). El resultado, pese a ser extraordinario, ya que permite al Eldense disponer de la posibilidad de ascender sin tener la obligación de ganar el partido de vuelta, supo a poco al conjunto de Alejandro Estévez, que pudo sentenciar al disponer de un penalti a su favor con 0-1 en el marcador, pero Cris Montes, determinante en otros partidos, estrelló el balón en el palo.

La acción cambió el partido, ya que hasta ese momento el Castilla, que había sido inferior, creció y agobió al Eldense hasta conseguir el empate, a 20 minutos para el final. El empate final deja las espadas en alto para el choque de vuelta, que se disputará el próximo domingo, aunque la fuerza del Nuevo Pepico Amat, donde el equipo azulgrana no ha perdido ni un solo partido de Liga durante toda la temporada –sólo cayó en la Copa ante el Athletic Club- debe ser decisiva para alcanzar un objetivo que la entidad y su ciudad llevan persiguiendo desde hace seis décadas.

Tras un susto inicial por parte del filial blanco, el Eldense intentó mantener el control del juego, estirando sus posesiones de balón como la mejor garantía posible para desactivar la presión de los jóvenes jugadores madridistas. Ya con el encuentro controlado, el Eldense reclamó dos penaltis, uno por mano y otro por un posible derribo a Abad, que el colegiado no apreció merecedores de castigo.

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Ya en el descuento para el descanso, una acción combinativa del conjunto azulgrana hizo saltar la banca en Valdebebas. Manu Nieto logró adelantar al Eldense con un gran disparo que se coló en la escuadra del Castilla. El gol pesó mucho y se notó en el inicio del segundo periodo, en el que el Eldense tuvo la oportunidad de sentenciar el ascenso tras un derribo a Soberón dentro del área. Montes ejecutó la pena máxima y su disparo se estrelló en el palo, concediendo de forma involuntaria a su rival una vida extra.

El conjunto que dirige Raúl González aprovechó el regalo para venirse arriba y rozar el empate en varias ocasiones, sobre todo tras un disparo de Nico Paz al larguero. En plena oleada blanca, Arribas lograría el empate de cabeza. El Eldense entró en pánico y perdió el control del juego, pero el Castilla, pese a su intensidad y agresividad ya no fue capaz de llevar peligro real sobre la meta de Guille Vallejo. El primer paso hacia Segunda ya está dado.