Contra la crisis, los nervios y la estadística. El Hércules, en pleno desplome futbolístico en la segunda vuelta, afronta este sábado un nuevo derbi provincial a domicilio. Lo que hace unos años era una jornada festiva para la afición herculana se ha convertido en una visita al dentista, ya que al equipo blanquiazul se le dan mal estos duelos de rivalidad provincial.

Desde su caída del fútbol profesional, hace ya nueve temporadas, los números ante los equipos de su entorno vital son terroríficos: tres victorias, siete empates y ocho derrotas en los 18 partidos disputados ante los vecinos provinciales. Estos encuentros suelen dejar heridas profundas en la afición, que siempre acompaña a su equipo y no obtiene casi nunca recompensa en forma de puntos o actuaciones destacables.

Si hay un campo en el que el Hércules tiene una estadística nefasta es el Olímpico Camilo Cano de La Nucía, próxima estación del conjunto que entrena Rubén Torrecilla. El equipo blanquiazul acumula decepciones en este recinto, donde jamás ha logrado puntuar en sus tres visitas, saldadas con derrotas muy dolorosas.

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En el curso 2021-22 ganó el equipo local (1-0), alejando definitivamente al Hércules del liderato tras, como ahora, haber logrado el título honorífico de campeón de invierno. Un año antes, La Nucía venció (2-1), descabalgando a los alicantinos de la pelea por el grupo de ascenso a Primera Federación. Y en su primera visita, en el campeonato 2019-20, el equipo rojillo pasó por encima del Hércules (3-0) ante un millar de herculanos en una de las tardes más vergonzosas de la última década.

Para encontrar la última victoria del Hércules en un derbi provincial, a excepción del 1-2 ante el Intercity, logrado en la misma ciudad de Alicante, hay que remontarse a 2017, hace siete años, cuando el conjunto blanquiazul venció en Elda a un Eldense desahuciado (0-2). El otro triunfo provincial en esta etapa negra de la historia herculana evitó otro sonrojo mayúsculo, ya que se produjo en el Martínez Valero ante el Ilicitano (0-2), filial del Elche, en el curso 2014-15.

Además de La Nucía, la otra bestia negra del Hércules en estos años ha sido el Deportivo Alcoyano, al que los alicantinos no han podido nunca vencer en el estadio de El Collao en sus seis visitas –tres derrotas y tres empates- durante la última década. También se resistió Los Arcos, donde el Hércules perdió (1-0) y empató en sus dos visitas (1-1).

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Capaz de lo peor y de lo mejor, una de las pocas actuaciones dignas del Hércules en la provincia tuvo lugar en el último gran derbi ante el Elche, a finales del curso 2017-18, cuando el equipo alicantino, desmoralizado y sin opciones de promoción, pudo plantar cara a su eterno rival, lanzado hacia el ascenso, en su estadio (1-1).

No hay mejor ocasión para romper esta estadística que la próxima jornada, en la que el Hércules, que acumula cuatro partidos sin ganar, se enfrentará a un colista desahuciado. La Nucía, en plena caída al abismo, ha vuelto a cambiar de entrenador esta semana para maquillar el final de una temporada nefasta. Una de sus pocas motivaciones en lo que resta de temporada es regalar a su hinchada una nueva victoria de prestigio ante un Hércules obligado a cambiar la historia.