Salvo giro imprevisto de los acontecimientos en las próximas horas, Abdessamad Ezzalzouli ‘Abde’, la sonrisa y la esperanza de gran parte del herculanismo, pondrá rumbo a Catalunya para fichar por el Barcelona y formar parte, la próxima temporada, del filial azulgrana.

La dirección deportiva del club que preside Joan Laporta confirmó este lunes por la tarde a los dirigentes blanquiazules que durante la jornada de hoy hará efectivo el pago de la cláusula de rescisión de dos millones de euros del delantero marroquí.

La inminente salida del mayor talento surgido de la cantera herculana en las últimas tres décadas ha caído como una bomba en los aficionados, que pierden a un jugador llamado a marcar una época en el Rico Pérez, y en el cuerpo técnico, que se queda sin un arma deportiva de destrucción masiva a cinco días del inicio del curso.

El Hércules ha hecho todo lo posible por retener al delantero, negándose a negociar una rebaja de su cláusula, pero finalmente fue imposible luchar contra la insistencia y los millones del club catalán. El Barça, que ya tanteó al jugador a principios del pasado mes de junio, ha aprovechado la venta del canterano Illaix Moriba al Leipzig para hacer caja e invertir parte de ese dinero en Abde.
La operación sorprende en una entidad al borde de la quiebra, pero está avalada por la actual reglamentación económica, ya que se considera que el Barcelona cubre una pieza de su filial (Illaix) con otra (Abde) a un precio menor.

Irrechazable

Hace apenas 13 días, Carmelo del Pozo rechazaba cualquier posibilidad de que Abde fuera vendido por el Hércules. “Para nosotros, Abde es nuestro gran fichaje de la temporada 2021-22. Salvo una situación excepcional, como una oferta terriblemente irrenunciable, que entonces hasta yo le llevaría, no va a salir”, afirmó el segoviano. Pues bien, esa oferta “irrechazable” llegó y ahora solo queda asumir su marcha.

Económicamente, la operación que realiza el Hércules es espectacular por un jugador que no le costó nada –llegó del juvenil del Carrús de Elche de la mano de Antonio Moreno y con el visto bueno de José Antonio Palomino- y que tras jugar 21 partidos, cuatro hace dos temporadas y 17 la pasada, y anotar solo dos goles deja en las arcas dos millones de euros en plena crisis económica en el mundo del fútbol.

Abde solo, comentan desde el club blanquiazul, financia el proyecto de este año y medio del que habrá el año próximo.

Sin tiempo

El impacto anímico a la afición, eso sí, no se lo quita nadie. El jugador marroquí fue la única gran alegría de un año de plomo, marcado por la amargura y las decepciones. Su pretemporada también prometía, pero a nadie escapa que esto podía pasar, por lo que del Pozo llevaba tiempo trabajando en un plan B.

El técnico solo dispone de unas horas para realizar un nuevo movimiento en la plantilla, aunque con la dificultad añadida que Abde era sub 23, por lo que no será sencillo encontrar sin apenas margen un talento de ese calibre y de esa edad.