El Nuevo Zorrilla dictó sentencia. Jorge Almirón cavó su tumba deportiva como entrenador del Elche a los pies de Pacheta, el técnico al que vino a hacer olvidar y cuya sombra le persigue de forma permanente. El club ilicitano ha hecho oficial esta mañana algo que ya era un secreto a voces desde el pasado sábado tras la derrota del equipo, la imagen ofrecida y, sobre todo, las declaraciones de unos jugadores hundidos y reprimidos.

A través de un comunicado, la entidad ha informado de que el argentino ha dejado de ser entrenador del primer equipo, colista de Primera, y que ha decidido "dar un paso al lado" en la labor que estaba realizando desde hace cinco jornadas.

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El Elche, que no habla en la nota de despido o destitución, agradece "sinceramente" el trabajo de Almirón durante esta segunda etapa "en la que asumió, con gran profesionalidad, la responsabilidad de dirigir al primer equipo en un momento delicado".

El secretario técnico de la entidad, Sergio Mantecón, se hace cargo, temporalmente, de la dirección del equipo junto al cuerpo técnico del club, y serán los encargados de dirigirlo mañana frente al Girona. También se vestirán de corto para dirigir el entrenamiento de este lunes, previo al partido ante el equipo catalán, última oportunidad del Elche de tomar algo de oxígeno antes del parón por el Mundial.

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Mantecón, exjugador del Elche durante la pasada década, ya tuvo la ocasión el pasado año de dirigir al equipo en un partido ante Osasuna en Pamplona (1-1) cuando hizo de puente entre la salida de Fran Escribá y la llegada al banquillo de Francisco Rodríguez.

El sustituto

El aterrizaje en el banquillo del secretario técnico es una forma de ganar tiempo para, a partir de este martes, comenzar a buscar un relevo de garantías para intentar buscar el milagro de la permanencia. Christian Bragarnik, propietario de la entidad, comenzó el pasado sábado, tras el partido en Valladolid, a buscar un recambio. El empresario había pedido un voto de confianza para Almirón, pero la deriva del equipo, cada vez a menos, hacía insostenible la situación.

El primer candidato para el club ilicitano es, de nuevo, un viejo conocido, José Bordalás. El alicantino sigue a la espera de ofertas de equipos que pelean por objetivos más ambiciosos e incluso de ligas extranjeras, como la Premier, por lo que parece poco probable que acepte la propuesta.

El factor sentimental, estar cerca de casa y el buen recuerdo que dejó en el club, además de una importante inversión en el mercado de enero, son los argumentos que utilizará el Elche para seducirle, aunque no será fácil. La lista de candidatos vuelve a ser enorme, pero la situación deportiva del equipo echa para atrás. Lo único seguro es que Bragarnik buscará a alguien con experiencia y carisma tras el segundo fiasco de Almirón.