El cuerpo técnico del Elche y sobre todo su propietario, Christian Bragarnik, se tomaron su tiempo para comenzar a componer el puzle de la plantilla del próximo curso. Tal y como mandan los cánones, los primeros movimientos responden a defensas, por aquello de construir la nueva casa desde los cimientos. Y uno de ellos responde a un viejo conocido, el chileno Enzo Roco, quien regresa seis años después a la entidad ilicitana, en la que dejó un buen sabor de boca en la temporada 2015-16, aquella que culminó con el descenso administrativo.

La llegada del internacional chileno, que hasta hace solo unos días participó con su selección en la Copa América que se está disputando en Brasil, se une a la de Pedro Bigas, el primer fichaje, otro defensa experto en Primera, con seis temporadas consecutivas en Primera entre Las Palmas y Eibar.

Enzo Roco, que ha firmado por dos temporadas, tiene 28 años, procede del Karagümrük turco y ya estuvo a las órdenes del actual entrenador del Elche, Fran Escribá, con el que disputó 32 partidos. El chileno, que en aquel momento iniciaba su primera aventura en Europa, fue de menos a más durante el campeonato, lo que le convirtió en un pilar indiscutible de aquel equipo.

Solo el descenso administrativo impidió al jugador chileno echar raíces en el Martínez Valero. Su buen rendimiento llamó la atención del Espanyol de Barcelona, club en el que militó durante dos temporadas. Posteriormente regresó a América, aunque al norte del continente, para jugar en el conjunto mexicano del Cruz Azul, donde también permaneció durante dos años.

Los conjuntos turcos del Besiktas, durante dos cursos, y el Karagümrük, su anterior equipo, fueron los últimos destinos del central, que ha mantenido un nivel deportivo aceptable durante todos estos años, en los que ha sido un clásico en las convocatorias de su selección.

Recién llegado

Roco prepara las maletas mientras su nuevo compañero, Pedro Bigas, ya se encuentra desde este jueves en San Pedro del Pinatar, donde se encuentra concentrado hasta este viernes el equipo ilicitano. El balear y el chileno se unen a Gonzalo Verdú, Diego González y Josema Sánchez a la nómina de centrales con los que cuenta Escribá, de momento.

Josema contó poco para Escribá, aunque su capacidad para jugar como lateral izquierdo puede ser su mejor aval para continuar en la entidad. Aún quedan 40 días para el inicio de la competición y casi dos meses para el cierre del mercado, por lo que aún quedan muchos movimientos por realizar.

El club anunció hace unas semanas, por medio de su director deportivo, Nico Rodríguez, que se producirían entre 10 y 12 altas y alguna baja de jugador con contrato, por lo que la plantilla franjiverde aún sufrirá numerosas modificaciones.