Pablo Verdú Héctor Fernández

El CF Intercity, conjunto recién ascendido a Segunda RFEF, ha informado este martes que ofrecerá fútbol gratuito a toda la afición de la provincia de Alicante en la temporada 2021-2022. El club que preside Salvador Martí ha llegado a un acuerdo con la Concejalía de Deportes de Alicante para que todos los partidos de la liga regular de la temporada sean gratuitos hasta llegar al aforo máximo permitido por las autoridades.

La próxima temporada, el CF Intercity, cuyo objetivo es asaltar el fútbol profesional a corto plazo, tendrá rivales como local de la enjundia del Hércules o Real Murcia, además de duelos vecinales Deportivo Eldense y La Nucía.

El acuerdo con el consistorio alicantino también suscribe que el CF Intercity jugará sus partidos durante la próxima temporada como local en la Ciudad Deportiva Antonio Solana de Alicante. Este pacto supone, por primera vez en su corta historia, la ruptura de la entidad con la localidad de Sant Joan d’Alacant, donde había transcurrido toda su trayectoria deportiva.

El presidente del CF Intercity ha agradecido, a través de una nota pública, la colaboración del Ayuntamiento de Alicante. “Somos el único club que va a ofrecer a la afición poder disfrutar de fútbol con acceso gratuito al campo”, destacó el dirigente.

Por último, Martí ha señalado que el club se reserva la posibilidad de concretar tres partidos del club, en los que los aficionados sí tendrán que pagar para acceder al estadio.

La iniciativa del CF Intercity obliga a su nuevo rival ciudadano, el Hércules, a ser original en su campaña de abonos para poder competir con la alternativa que proponen los hombres de negro a los aficionados al fútbol. 

Como ha venido informando este diario el estadio Antonio Solana de Villafranqueza es el único de propiedad municipal de esas características. Antaño fue la sede del Alicante CF, equipo hoy extinto. Sin embargo hay otro equipo que reivindica el legado del Antiguo Alicante, pese a que jurídicamente es una entidad aparte.

Respecto al Hércules, quien también podría estar interesado en el estadio Antonio Solana, está pendiente de que en octubre un juzgado de lo Mercantil puede terminar por desahuciarle de  de su sede histórica si da la razón a la institución autonómica que argumenta que adquirió la propiedad en pública subasta "sin cargas". Es decir, sin dar por válido el contrato de arrendamiento por 11 años que todavía tiene suscrito con el ayuntamiento de una fase anterior.

Lo único seguro es que ambos equipos competirán durante los que resta del año en la misma categoría. Así que las espadas deportivas y administrativas están en todo lo alto.

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