Alicante

Etruscos. El amanecer de Roma reabre las grandes exposiciones temporales en el Museo Arqueológico de Alicante. La civilización italiana que dio origen al más famoso imperio de la antigüedad se presenta en el Marq para explicar la devoción por el vino hasta convertirlo en algo sagrado y la importancia de las mujeres en su sociedad. "Este amanecer significa mucho porque Alicante vuelve a ser la punta de lanza de la arqueología en España", destaca orgulloso Carlos Mazón, el presidente de la Diputación.

La alegría de reencontrarse entre los profesionales y gestores del museo se palpaba en la inauguración de esta exposición que se mantendrá hasta diciembre en el Marq. Cada uno de los diferentes responsables italianos y españoles han agradecido el trabajo conjunto de los equipos para trasladar a Alicante la mayor exposición sobre esta cultura que se ha organizado en décadas. El museo alicantino será la única parada en España y una de las pocas de Europa donde se podrán ver las 150 piezas que la componen.  

"Se ha hecho en un tiempo récord", valora la vicepresidenta de la Diputación Julia Parra. Y en noventa días han preparado un trabajo personalizado a partir de las piezas cedidas de los dos mejores centros especializados en esta materia, el Guarnacci de Volterra y el Arqueológico de Florencia. Un trabajo en el que además han preparado otra muestra, Huellas etruscas en Alicante, con la colaboración de otros centros de la provincia.

Ese espíritu de colaboración es el que subraya el embajador de Italia en España, Riccardo Guariglia. "Los dos países comparten una rica y antigua historia de colaboración", destaca. Y por ello apunta que esta muestra "construye el futuro para que las generaciones actuales sepan dónde y cómo han nacido estas culturas singulares".

Más cercanos que los romanos

De los etruscos aún hay muchas cosas que se desconocen, como su alfabeto, y se les estudia con interés como excepción frente a otras civilizaciones de su entorno por el papel preponderante que concedían a las mujeres en su sociedad. A través de las tres salas y la entrada se ofrece luz mediante atractivas esculturas funerarias y piezas de orfebrería de la vida de una cultura que surgió en el siglo noveno antes de nuestra era.

El director del Marq, Manuel Olcina, incide en este apartado porque confía en que los miles de espectadores que esperan recibir durante estos meses "se reconozca más próximo a ellos mismos con los etruscos que con los propios romanos, por ejemplo con el protagonismo de la mujer". Este se puede apreciar en el papel destacado que tenían ellas en los ritos funerarios y las esculturas que acompañaban estos procesos de transición.

La comisaria Giuseppina Carlotta Cianferoni insiste en el valor de una muestra diferente a lo presentado con anterioridad "porque no era actual hacer una sobre las esculturas, que ya ha sido tratado". Por eso, se centra precisamente en "crear un cuadro general de los usos y costumbres de un pueblo así".

Las cinco áreas en las que han dividido la exposición inciden en el trato a la vida y la muerte, "con particular interés en el culto por la profunda religiosidad por la que eran conocidos en el mundo". También abordan el intercambio comercial de los etruscos en el mediterráneo, el que acercó su legado hasta España, "y la herencia que dejan a los romanos que explica mucho de los orígenes de Roma y su fundación".

Olcina recalca el valor de encontrarse ante estas piezas de "una de las culturas más fascinantes, desde que en el siglo XVI se descubrieran sus esculturas, todos los arqueólogos han quedado deslumbrados de una sociedad refinada y culta".

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