Alicante

L'hora fosca, el formato de true crime que emite À Punt, ya tiene a punto su tercera temporada que estrenarán el 20 de enero. La serie de éxito que recrea los sucesos más conocidos que se han cometido en la Comunidad Valenciana tendrá más episodios y más casos que contar. Y como cuenta Pedro Pastor, su productor, "Alicante es una provincia en la que se mata muy bien".

En esta nueva tanda, L'hora fosca incluirá casos como el secuestro de Peñaranda, la operación Bisbal y el crimen de Beresaluze. Historias que tomarán el relevo a los del Crim de Patraix o La vídua negra d'Alacant, con protagonistas de la provincia o resueltos en ella y que presentaron en las dos primeras temporadas.

Los 13 episodios representan la culminación de un largo periodo de diez meses de preparación de los diferentes equipos de trabajo, entre la documentación, escritura, grabación de entrevistas y de recreación. Solo este último, por ejemplo, ha necesitado de siete semanas, una más de las previstas, para rodarse. 

"Lo que nos puede diferenciar de otros programas de true crime es que intentamos primero trabajar con rigor, es decir, el equipo tanto de documentación como de guionistas, dirección y demás intentamos no dar ningún dato que no tengamos en un sumario o que esté en las diligencias policiales", recalca Pastor. "Si alguien tiene que hacer alguna valoración, que sean los entrevistados. No la haremos nosotros", añade.

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Abordar la crónica negra es siempre complicado, sea cual sea el género. Por eso cuando eligen las historias que quieren contar hacen una selección muy cuidadosa. Este año de las 25 que tenían sobre la mesa, fueron descartando hasta dejarlas en 12. Un proceso que igual que desgranan ahora para El Español lo harán en el último capítulo de esta temporada, repasando todas las fases, y que la convierte en su particular 12+1.

Culpables o condenados

Uno de los aspectos con que les gusta empezar, precisamente para facilitarse la labor y evitar cabos sueltos, es que "tengamos un culpable cierto, o por lo menos condenado". De ahí que el más reciente de los que han abordado sea de 2018, para que se haya desarrollado toda la instrucción judicial. Eso sí, alguna vez reconoce que han abordado sucesos que se han quedado abiertos.

El equipo de cuatro guionistas y el director es el que tiene que lidiar con sumarios y sentencias para poder preparar los preguiones que les permiten planificar las entrevistas. Y ahí intentan tener el mayor número de ellas grabadas para poder aprovecharlas antes de las reconstrucciones, aunque Pastor señala que aún están con algunas de ellas durante este enero e inicios de febrero.

Las dramatizaciones las abordan como una película, maximizando lo posible los recursos de producción. De esa manera se organizan con el departamento de arte, maquillaje y peluquería, aprovechando el desplazamiento a las localizaciones en caso de que salgan en dos capítulos. "Es la única manera de meterlo en costes", razona. 

Con dos temporadas a sus espaldas, ya todo parece más fácil de plantear. Pero Pastor aún recuerda lo complicado que era al principio llegar a los departamentos de comunicación de las fuerzas y cuerpos de seguridad con un proyecto como este bajo el brazo: "Fue complicadísimo, sinceramente". Llamadas y muchos correos para intentar hablar que no fructificaban: "No había manera de acceder".

Pedro Pastor, productor en Voramar de 'L'hora fosca' para À Punt.

Hasta que llegaron a la Guardia Civil. La Unidad Central Operativa fue la primera que les empezó a abrir las puertas en Madrid, donde Pastor considera que están más habituados a este tipo de contactos con productoras y televisiones. "Empezamos ese contacto y a partir de que vieron aquí que trabajábamos con la UCO y la Oris, empezaron a participar también. Y ahora tenemos una relación magnífica con la Policía Nacional, la Guardia Civil... Absolutamente con todos". Eso es lo que les permite contar las historias con los detalles de primera mano de quienes llevaron los casos. 

De Bisbal a un secuestro

Pastor espera que los episodios desarrollados en la provincia de Alicante en esta nueva tanda sean "muy potentes". En el secuestro de Peñaranda recordarán como un empresario del ocio nocturno "que movía mucho dinero y de repente le secuestran una noche". En el programa presentarán toda la trama que había detrás "de dos empresarios que parecieran modélicos, hay dos narcotraficantes que están con un ajuste de cuentas".

En otro episodio, El depredador d'Alacant, explicarán lo que se conoció como la operación Bisbal con "un violador en serie que empezó en 2008 y acaba en 2014". Las descripciones de las víctimas coincidían en señalar el parecido con el cantante almeriense por su pelo y su físico, lo que llevó a un momento "en que toda la Policía de Alicante está involucrada en fijarse en gente que tenga esa descripción". Y así hasta que se dio con el culpable.

El último de los que se centra en la provincia les lleva hasta Novelda, con el que fuera conocido como crimen de Beresaluze. Un punto de partida en el que "un empresario del mármol había vendido su empresa por muchísimo dinero y vivía en una finca rodeado de caballos, con viñedos...". En ese entorno idílico se producirá la muerte del matrimonio porque como señalan en su introducción, "por debajo de nuestras vidas hay una corriente de oscuridad que puede romper la normalidad en cualquier instante".