Alicante

La conquista de Valencia llega desde Alicante. Ese es el plan con que Virtual Zone ha llevado a la capital autonómica su nueva entrega de Invasión. El campo de batalla contra los alienígenas en este juego de realidad virtual es la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Así prosigue la exitosa expansión de la compañía por España.

Enric Costa, uno de los fundadores de esta compañía que ya cuenta con 43 trabajadores, no oculta su entusiasmo con la nueva sede. Con ella amplían la que destacan como la mayor experiencia de realidad virtual en Europa. El desarrollo de sus propios juegos es lo que les permite una mayor duración y más escenarios que las otras ofertas. El reto, como indica, es encontrar el espacio donde poder ofrecerlo.

Si en Alicante nacieron en la plaza de Luceros y en Madrid entraron en la plaza de Azca, para el Cap i Casal lo hacen en la populosa calle Ruzafa. Con la experiencia de estos cuatro años tienen claro que su expansión por las ciudades de más de medio millón de habitantes debe buscar las zonas de ocio y restauración. "Nuestras actividades cuajan más con ellas porque a la gente le gusta luego comer o salir después de jugar", apunta.

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Barcelona y Sevilla están entre esas ciudades que quieren invadir con un juego que ya fue candidato en los premios internacionales VR, compitiendo con las multinacionales del sector. De momento, están negociando para esas nuevas ubicaciones con las que crear una aventura inmersiva en la que los alienígenas destruyen los iconos locales y los jugadores tienen que protegerlos.

El reconocimiento que están logrando con su trabajo les ha permitido colaborar directamente con HTC para la mejora de la experiencia técnica. Si hasta ahora los jugadores cargaban con el ordenador a sus espaldas, estos se conectan por wifi a las gafas Focus 3 de esta marca, en un proyecto piloto que aún no se había aplicado comercialmente y con el que han sido los primeros europeos en probarlo, valora Costa.

Gracias a este cambio la experiencia de juego es aún más dinámica. Al no tener que preocuparse del ordenador mochila, se consigue una mayor libertad de movimiento. "La gente se arrodilla, se agacha y corre", destaca. Todo para liberar a su ciudad, en este caso el icono arquitectónico diseñado por Santiago Calatrava, de las hordas de monstruosos alienígenas.

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"Tematizar la Ciudad de las Artes y las Ciencias es una pasada", asegura, "y ver en la plataforma el puente semiderruido... Lo juego ahora y todavía impresiona". Unos resultados a los que llegaron después de mes y medio de trabajo para crear los escenarios sobre la base que programaron en la plaza de Luceros de Alicante.

Con videojuegos y series que hablan del apocalipsis en nuestra sociedad, Costa reflexiona sobre ello y cree que el éxito en su caso se debe a que acabe bien. "Nos gusta dar el punto épico porque esto es una actividad temática, pero lo bonito es que al final todos acaban el juego porque acompañamos al jugador: no hay un punto de frustración porque todos salvan la ciudad. El que lo ha probado lo sabe. Es una cosa que funciona".

Por eso confían en lograr un mismo éxito de público y crítica con los dos nuevos títulos que están preparando para este 2023. Si con Dead Mansion, su versión de los juegos de escape, e Invasión ya lograron llegar a la mencionada final de los VR este año esperan seguir esa tendencia. "Lo que queremos es hacer cada año lo mejor y creo que lo hemos conseguido como las nominaciones", afirma orgulloso. "Ahora preparamos el nuevo juego en junio con el reto de mejorar lo que había", concluye.