Alicante

Empezaron a lo grande y ahora quieren más. Virtual Zone abrió en Alicante la que consideran el área de juego especializada en realidad virtual más grande de Europa, este año ha desarrollado su propia aventura y ha conseguido el mes de mayor ocupación de la sala. ¿Su gancho? El fin del mundo empieza en la plaza de los Luceros.

A Enric Costa se le ve estos días contento. Y eso que se ha quedado sin vacaciones este verano, currando en su oficina. Pero tiene un objetivo muy claro en la cabeza y en él están trabajando los once miembros de su equipo: expandirse a Madrid. Mientras consiguen eso, Invasion Alicante les ha dado la mayor de las alegrías posibles: su primer título les ha dado el cartel de lleno en agosto.

Con los monstruos alienígenas invadiendo las céntricas calles de su ciudad, el subsuelo e incluso el castillo de Santa Bárbara han conseguido lo que querían. Una propuesta que nacida de los códigos programados por ellos mismos no solo cubriera costes sino que se convirtiera en un éxito. El tiempo aprovechado durante el parón de la pandemia les ha dado la razón en su apuesta.

Las experiencias de realidad virtual están creciendo con rapidez. Y las salas en las que se puede probar, también. Cuando abrieron en el verano de 2019, uno de los factores con los que querían diferenciarse era el tamaño. Contar con 200 metros cuadrados de área de juego permitía que los jugadores, hasta ocho, tengan espacio para que lo que se vive al cargar con las gafas y la mochila adquiera más realismo al tener que caminar realmente.

En sus manos

Cuando arrancaron lo hicieron ofreciendo los títulos que los grandes estudios adaptan a partir de sus franquicias y distribuidoras tienen preparados para estos espacios. Crear uno propio requería de un tiempo que, entonces, no tenían. Aún así a Luis de Ahumada le atraía esa idea y ya lo propuso. Una idea le rondaba por la cabeza. ¿Y si...?

¿Y si... hacemos una invasión en Alicante?

"Es algo que no se ha visto nunca porque estamos acostumbrados a los escenarios típicos: Londres o Nueva York", cuenta desde la amplia sala de desarrollo. Están en las mismas instalaciones donde se encuentra el área de juego en la que invitan al jugador que ha llegado cruzando Luceros a que vuelva, esta vez de forma virtual, a la plaza para salvarla.

Los jugadores en 'Invasion Alicante' deben eliminar a los monstruos que se lanzan hacia ellos.

La experiencia creían que funcionaría. A todos les entusiasmaba la idea de ser héroes en su ciudad. Reunieron el equipo a partir de graduados en diseño y desarrollo de videojuegos para empezar a trabajar en un proyecto que les ha costado dos años de trabajo. "Y en el que hemos tenido que tener en cuenta que no se juega sentado, aquí hay que tener en cuenta los límites de la sala y los sensores", explica el desarrollador.

El realismo es una de las claves de las que parten en este título. El jugador debe sentir que realmente se mueve por un espacio que conoce muy bien en la realidad. Al moverse en él trasladan esa sensación en esos tiempos, como al bajar a la estación subterránea de la plaza donde decenas de monstruos aguardan.

El doble

"Es muy difícil de encontrar una experiencia como esta", señala orgulloso Costa. "No solo en España sino en Europa", recalca. Cuando abrieron apenas había unas diez salas así en el mundo, afirma satisfecho. "Al ser nosotros quienes programamos la experiencia ocupa el doble de espacio que cualquier otra parecida y la duración también es el doble", explica. 

Invasion Alicante, como en cualquier invasión alienígena que se precie, es solo el primer paso que dan. "Tenemos un segundo equipo que está trabajando en paralelo y que dará a la luz después del verano", adelanta Costa sobre Dead Mansion. En él cambiarán el género de disparos por las pistas de un juego de escape aderezado con la acción. "Habrá que darle mucho al coco para poder escapar de una cárcel y en el que no faltará ese punto de adrenalina que dan los zombis", promete. 

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