Alicante

Los conflictos que derivan del confinamiento se reflexionan y se llevan a escena. Ese es el planteamiento detrás de la octava edición de la Trobada de Teatre Jove. Alicante cierra este encuentro autonómico que recoge los trabajos hechos en los institutos y donde los adolescentes muestran cómo les ha afectado la pandemia.

Ernesto Martín, su coordinador en Alicante, lo ve como la salida lógica a los debates que ellos mismos tienen en las aulas. "Son los temas que surgen y se llevan a las tablas porque son cambios significativos en sus vidas", razona. Cuando se está hablando de qué piensan los jóvenes sobre esta situación, la Trobada de Teatre Jove se convierte en el altavoz por el que hablan sin intermediarios.

"El estigma lo tiene la adolescencia en sí mismo", explica Martín respecto a las críticas que surgen al retratar los primeros botellones tras el confinamiento. "Están viviendo un momento trascendental en su vida, en una época tan importante como la adolescencia, y una manera de volcarlo es sobre la escena". Así lo han hecho, por ejemplo en Encerrados (memorias del confinamiento), de Sedaví.

El feminismo y el machismo centran la propuesta de Yo nunca, de Sant Vicent, y Maicromachismos, de Elche. En la primera, la conversación entre las cuatro jóvenes que aparecen irá destapando una historia políticamente incorrecta sobre el dilema moral de la venganza. La segunda, ya ha viajado en otros montajes incluso por el extranjero, para denunciar las situaciones cotidianas de opresión contra las mujeres.

El trabajo de Elche adapta la obra de creación colectiva que preparó el propio Martín en 2018 con alumnos de Santa Pola. "Lo llevan a partir de pequeñas secuencias que han trabajado con actividades y eso les ha influido al preparar esta obra". 

La tercera representante alicantina lleva a escena lo que los propios estudiantes deben hacer durante el curso, estudiar teatro. En el caso de este trabajo de Villena parten del clásico de Buero Vallejo para plantear Esto no es una escalera.

Volver a organizar un encuentro así alegra mucho a Martín. El parón del año pasado a causa de la pandemia hizo que la Trobada de Teatre Jove fuera una edición más didáctica que centrada en mostrar los trabajos. "Que este año pueda hacerse ya es un éxito y puede llevarse a cabo porque equipos profesionales les han grabado", explica.

Ernesto Martín, con uno de los trabajos subidos a YouTube de la Trobada de Teatre Jove. Alicante

Si el vídeo se ha convertido en el medio natural para dar el salto del trabajo escénico, una cosa que subraya como coordinador es que no se trata de cambiar el lenguaje de representación. "Se intenta que no sea un cortometraje, sino teatro grabado", apunta. Por eso han buscado una realización que fuera lo más transparente posible con el medio original para conservar el objetivo. A eso ayuda, señala, que en el caso de los alicantinos han podido hacerlo sobre tres escenarios.

De hecho, aunque su trabajo está grabado no será hasta este miércoles que los propios estudiantes no han podido verlo. "Ahora, como están colgados en YouTube, lo podrán ver también otros amigos y familiares que no lo habían visto nunca", celebra Martín.

Lo que sí echan de menos es el poder volver a las condiciones habituales. "Se trabaja mucho con la mirada y el movimiento porque no puedes ver la boca, se intenta modular la voz todo lo que se puede. Es una oportunidad de reinventarse al trabajar con mascarilla".

Medidas de protección como esa a las que han tenido que sumar también guantes o el transformar la propuesta a solo audio para llevarlo a pódcast. "Cada profesor, a su manera, ha tenido que innovar y han salido cosas muy interesantes. Se ven reflexiones experimentales, de identidad de género, circo o magia... Y lo bueno de este año es ver las de las otras ciudades, que hasta ahora no se había podido. Todos aportan su grano de arena al teatro con jóvenes".

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