La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Benidorm ha cambiado el paisaje urbano de la ciudad. El centro, donde en verano reinaban el ruido y el tráfico, ahora ven pasar los neumáticos a cuentagotas.
La ZBE empezó a operar el pasado 1 de julio, desde cuando solo los residentes o los trabajadores pueden acceder al centro. La misma se divide en tres zonas: Zona Centro, Zona de Levante y Zona de Poniente.
Para Michelle Baker, influencer tras la cuenta Benidormforever, este cambio le ha hecho vivir una "experiencia extracorporal, porque no se oyen coches, no se ven coches, y sabes que estamos en verano por el calor que hace. Es curioso".
"Si estás empadronado en Benidorm y pagas aquí también el IVTM, no será necesario realizar ningún permiso para acceder a la ZBE del centro", aclara.
"Por ejemplo, si trabajas ahí, te van a dar un permiso a ti para entrar, o si vives ahí, aunque no seas residente. Si tienes una segunda vivienda también puedes pedir permiso", explica.
Esta norma es "un paso gigante", pero asegura que "va a espantar a mucha gente".
La británica asegura que gran parte del turismo nacional llega a la ciudad en coche, por lo que "se van a pensar dos veces venir si no pueden entrar con su vehículo".
El principal problema es que, a pesar de haberse realizado una campaña de información durante seis meses antes de aplicar la restricción, "mucha gente no se ha enterado", apunta.
"Subí una publicación para avisar de que comenzaba la ZBE y me llovieron los comentarios, la gente no tenía ni idea", indica.
"La gente que viene en avión está encantada. Ellos no necesitan coche y, de repente, se encuentran en una zona que no tiene coches", sostiene la experta en turismo.
Sin embargo, añade que habría que hacer algunas mejoras para favorecer la movilidad urbana y evitar que se tengan que andar cientos de metros si se llega en coche y se quiere llegar a un hotel de la zona restringida.
"En muchas otras ciudades también hay este sistema, pero hay un autobús que te lleva cada 10 minutos al centro gratuitamente", destaca.
Además, para Baker "debería reforzarse la plantilla de taxis, porque siempre se forman colas de turistas".