El Benidorm Fest se presenta como escenario de una novela única inspirada en el certamen musical y escrita a ocho manos por cuatro autores. La novela juvenil Amor y Hate creada por Roberto Santiago, Begoña Oro, Belén Gopegui y Nando López, referentes en el sector, combina las aventuras de cuatro personajes, uno por cada autor, que se encuentran la noche antes de la final en la ciudad alicantina y se enfrentarán a múltiples desafíos.

"Una huida, una pistola, una explosión y un sinfín de trampas que sortear" son los ingredientes de este cóctel de creatividad que ha tenido como nexo la ciudad alicantina y la magia del evento más seguido por los eurofans españoles. Se trata de una obra de la editorial SM de género juvenil y romántica con tintes de thriller.

Los protagonistas, Erik, Allegra, Nil y Ras han viajado a Benidorm para vivir una experiencia nueva en el festival de música. No se conocen y quizá, en otras circunstancias, sus vidas nunca se hubieran cruzado, pero terminarán inmersos en una aventura conjunta.

Benidorm, protagonista principal

Como los personajes, los autores se hicieron amigos en el Benidorm Fest, adonde viajaron para conocer de cerca el escenario de esta historia. Ana Pellicer, primera teniente de alcalde de Benidorm, ha apuntado que "Benidorm tiene una particularidad que no sólo identificamos y valoramos quienes residimos aquí, sino que lo hacen los millones de personas que cada año nos eligen: en Benidorm no hay monotonía y eso desde el punto de vista vital y literario es muy atractivo". 

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Para Roberto Santiago, es la ciudad de su adolescencia y donde pasaba, y sigue pasando, muchos veranos en familia. "Amo Benidorm, la conozco muy bien, pero la he redescubierto al escribir la novela", reconoce.

La obra reflexiona sobre el lado bueno de Benidorm, pero también sobre el odio que se vierte en el festival. "La violencia que somos capaces de disparar de manera impune en unas redes que apuntan a personas reales y donde, pese a que cada vez hablemos más de salud mental, a veces la cuidamos muy poco cuando opinamos sobre el trabajo ajeno", critica Nando López.

El festival es casi tan complejo como la ciudad y eso "es carne de literatura", afirma Begoña Oro, a la que le "fascina esa mezcla de elementos tan dispares: eurofans y personas disfrutando su jubilación, el frío nocturno y el sol reverberando en el mar, torres y palmeras, amor por la música y competición salvaje, el amor y el hate".

Imaginación y dificultad

Santiago desvela que lo más difícil fue "aportar lo mejor de cada uno y al mismo tiempo dejarse llevar y confiar en tus compañeros de viaje, un grupo de personas muy talentosas; con el aliento, motivación y directrices de nuestra editora, ha sido una maravilla".

Por otro lado, Gopegui lo define como "un regalo que la ha permitido estar a solas con la historia, esa parte secreta de escribir, como, a la vez disfrutar del lujo de trabajar con este equipo, acompañarse, intercambiar ideas, corregir dudas, compartir la imaginación".

Todos coinciden en que lo mejor del proyecto ha sido la compañía y lo peor los plazos a cubrir. El trabajo conjunto les ha llevado a convertirse en amigos. "Nunca he vivido un proyecto con tanta ansia, tanta tensión y emoción como este", comenta Oros.